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SANTOS HISPÁNICOS

SANTORAL ORTODOXO DE LA PENINSULA IBERICA

 

Introducción

 

La decisión de la glorificación del conjunto de los santos resplandecidos en España y Portugal, se tomó por la Asamblea de los obispos ortodoxos de España y Portugal el 20 de abril de 2018. El 7 de octubre de 2018 en la parroquia de la Asunción de la Santísima Virgen en Zaragoza (Iglesia Ortodoxa Rumana) durante la Divina Liturgia de todos los ortodoxos se celebró su solemne glorificación.

***

El cuanto de la historia del cristianismo en España comienza tradicionalmente con los nombres de los apóstoles Pablo y Santiago. “En cuanto emprenda un camino a España, vendré a veros”, escribe el apóstol Pablo en la Epístola a los Romanos[1]. Pero, ¿habrá llegado a España? “No le cuadra al temperamento de Pablo dejar de llevar a cabo alguno de sus propósitos” escribe un historiador español[2]. Apenas se puede tomar en serio este argumento. Todos los testimonios confirman solamente la intención del apóstol. En cuanto al apóstol Santiago, tampoco se han guardado testimonios antiguos de su predicación en España. La mención más temprana de la llegada de Santiago a España está en el llamado “Breviario Apostólico” (cerca del año 600)[3]. Los escépticos que dudan de esa tradición, hacen tres preguntas. Santiago es el único apóstol cuya muerte de mártir se describe en la Escritura Sagrada[4]. ¿Podría el apóstol haber tenido tiempo para acometer un viaje tan lejano antes de su muerte de mártir en Jerusalén? ¿Cómo se encontraron sus restos en España? Y, finalmente, ¿porqué todos los autores españoles durante los primeros seis siglos hacen silencio sobre su primer sermón en la península Ibérica? Estas preguntas no tienen respuestas claras, pero Santiago de Compostela sigue siendo el corazón de la España cristiana y atrae a los peregrinos de todo el mundo.

Se considera tradicionalmente el primer testigo de la Iglesia cristiana al Ireneo de Lyon quien vivió en la segunda mitad del siglo II: “Porque, aunque las lenguas del mundo difieren entre sí, el contenido de la Tradición es único e idéntico. Y ni las Iglesias establecidas en Alemania, ni las que están en España, ni las que están entre los celtas, ni las de Oriente, es decir, de Egipto y Libia, ni las que están fundadas en el centro del mundo, tienen otra fe u otra tradición”[5]. Si las comunidades cristianas ya existían en España en los tiempos del santo, se puede suponer que se habían fundado antes, es decir, a finales del siglo I – principios del siglo II. Tertuliano (cerca del año 150 – cerca del año 220) habla del cristianismo “en todas la fronteras de Hispania”[6]. Un testimonio más amplio se contiene en la 67ª carta del Cipriano de Cartagena. El tratamiento al comenzarse la carta indica la existencia de comunidades cristianas en León, Astorga y Mérida, según la topografía de hoy. El motivo para escribir la carta fue el desprendimiento de la Iglesia de Basílides y Marcial, y ello mismo es el primer testimonio de las persecuciones de los cristianos en España. Además, la carta indica la relación de las comunidades cristianas en España y en el norte de África, a cual España, en mucho, debe la difusión del cristianismo[7].

Uno de los personajes más brillantes de la Iglesia antigua en España es el personaje del santo Osio de Córdoba. Su papel en la historia eclesiástica es difícil de exagerar – era él que debió llegar a ser el consejero del emperador Constantino en asuntos religiosos. El historiador Zósimo cree, que fue precisamente “el egipcio de Iberia” quien inspiró a Constantino a la adopción del cristianismo definiendo de esta forma el curso de la historia[8]. Su firma es la primera debajo de los actos del Concilio de Nicea de 325, gracias a él se ha consolidado en la tradición ortodoxa el término “hipostático”.

Cuando el tiempo de la “España Romana” se acabó, la invadieron tribus bárbaras. Pronto les expulsan los visigodos, eligiendo la Toulouse de hoy como su capital. Después de la batalla de Poitiers en el año 507 la capital se traslada a Narbona, y luego, en 567, a Toletum – ahora Toledo. El reino de los visigodos con una capital permanente en el centro geográfico de la península Ibérica es el primer estado independiente en el territorio de la España de hoy. El arrianismo de los visigodos consolidaba su identidad hacia la cultura romana y bizantina siendo no solamente una doctrina religiosa sino también un proyecto político. El tránsito de España del arrianismo a la ortodoxia también tenía una componente política. Los acontecimientos se desarrollaban de la siguiente manera: en 579 el rey Leovigildo casa a su hijo Hermenegildo con la princesa franca Ingunda, que era, como todos los francos, ortodoxa. Convirtiéndose en gobernador en Bética, Hermenegildo se convierte en ortodoxo y sale en contra de su padre declarándose rey. Le apoya el santo Leandro, obispo de Híspalis (hoy Sevilla). Después de conquistar Leovigildo Emérita (hoy Mérida) y luego Híspalis, en 584 Hermenegildo se encuentra en prisión de su propio padre. Tras negarse a comulgar de manos de obispo-arriano fue asesinado por orden de Leovigildo[9]. Pronto después de la muerte de su hijo Leovigildo se puso enfermo y, presintiendo su fin, encarga a santo Leandro a su otro hijo, Recaredo.

En 589 en Toledo se convoca el tercer Concilio de Toledo durante cual Recaredo anuncia la pertenencia a la ortodoxia no solo de él sino de todos los pueblos bajo su poder. Se llevó a cabo una unificación política y religiosa de los pueblos que vivían en la península Ibérica, en un estado. Los actos del Concilio se concluyen con el solemne sermón de santo Leandro.

La época del “Triunfo de Ortodoxia” en España entre el 589 y 711 era tiempo de la prosperidad de la vida de monjes. Una de las figuras clave de los monjes españoles es el San Millán, fundador del convento que hoy es conocido como San Millán de Cogolla. La vida del santo escrita por el santo Braulio se ha hecho base de la hagiografía española.

Hablando de los monjes eremitas visigodos, hay que prestar atención al hecho de que su vida se puede tocar no solamente a través de los libros. En España se han conservado numerosos templos monjiles de cuevas de la época de los visigodos – únicos y, en la mayor parte, desconocidos por el público general. El territorio entre Burgos, Palencia y Cantabria se llama “Capadocia Española”. En los templos cavernosos más grandes e importantes se celebran misas, otros llevan muchos siglos sin que se celebren oficios divinos en ellos, pero normalmente se pueden visitar prestando llaves a uno de los habitantes del pueblo. En La Rioja también se encuentran complejos de conventos monjiles que pertenecen a los siglos V–VII. En Soria no lejos del centro de la ciudad está la cueva donde vivió san Saturio, patrón de la ciudad[10]. Es interesante visitar el templo San Baudelio de Berlanga a 78 kilómetros de Soria (parte de cuyos frescos están ahora en el museo del Prado): el templo románico está ubicado justo encima de las celdas cavernosas de los monjes. por el camino desde Madrid a Santiago, se puede, antes de llegar a Ourense, desviarse a un lado y visitar el complejo monástico San Pedro de Rocas perteneciente al siglo VI.  A 127 kilómetros al norte de Madrid se encuentra la Cueva de Siete Altares. Según opinan los científicos, esos templos cavernosos fueron centros de “lauras” donde se juntaban para los oficios divinos los eméritas que vivían en el alrededor, y también las cuevas solían ser sitios de su enterramiento[11].

En cuanto a los monasterios cenobíticos, la imagen más amplia de su vida se da en las reglas escritas por el santos Isidro y Fructuoso, así como en Regula Communis (665–680). Isidro empieza su carta llamando a colocar monasterios lejos fuera de la ciudad[12], sin embargo, se conoce que existieron monasterios en ciudades grandes – lo que ahora son Toledo, Alcalá de Henares, Valencia, Zaragoza, Barcelona, Tarragona y Girona, donde se guardaban los restos de los santos venerados[13]. El sermón “De monachis perfectis” (“De monjes perfectos”), escrito en el siglo VI, es una palabra de alabanza a los monjes urbanos. Se habla en ello de que un monje que vive en la ciudad puede combinar la vida observadora con un servicio actual a los prójimos – enfermos o presos[14].

Ninguno de los conventos de convivencia de aquella época se ha conservado entero. Sin embargo, los científicos suponen que algunos de los templos de visigodos del siglo VII que se han conservado, fueron de monjes, en particular el de Santa María de Melque, a 30 km de Toledo, y de Santa Comba de Bande – una iglesia en Galicia continental. El peregrino que se dirige de Ourense al pueblo Bande para ver el templo de Santa Comba, sin falta debería hacer parada en Celanova donde dentro del convento se encuentra un templo mozárabe en honor de arcángel Miguel.

Es difícil decir cómo se habría estado desarrollando la historia de España cristiana si a su costa del sur del lado de Algeciras de hoy en el año 711 no se hubieran acercado 160 barcos militares con guerreros árabes musulmanes. España fue conquistada rápidamente. Sólo en 722 en la batalla de Covadonga un pequeño grupo de guerreros españoles bajo el mando de Pelagio (Pelayo en su lectura española moderna) consigue una victoria, y la línea que separa a España cristiana de la España árabe, paulatinamente se va desplazando hacia el sur. Empieza la Reconquista. Lo que los árabes habían conquistado en diez años, se reconquista por lo menos durante ocho siglos, hasta que en 1492 los reyes católicos Fernando e Isabel no reciben del último emir árabe de Granada las llaves de la ciudad.

Los árabes tomaron el curso a la asimilación en vez de la persecución y exterminación de los cristianos. Sin embargo, en la Córdoba de hoy entre los años 850 y 859 fueron ejecutados 48 cristianos. Sabemos que esta hazaña de mártir en absoluto fue apoyada por los cristianos incondicionalmente, pues complicaba esencialmente su posición en la sociedad musulmana. En el año 852 se convoca en Sevilla un Concilio que, sin condenar formalmente a los mártires, no les reconoce como tales y llama a prohibir seguir su ejemplo y hazaña. Demasiadas diferencias hubo en las circunstancias de sus muertes de mártires y las muertes de sus predecesores de la época del Imperio Romano. Sus muertes no fueron acompañadas por presagios efectistas ni milagros. Sus cuerpos no fueron incorruptos. No fueron víctimas de perseguidores; los árabes musulmanes no eran paganos, no les torturaban ejercitadamente ni les obligaban a la idolatría. Las escrituras de Eulogio son una apología de del martirio en luz de la no aceptación de la hazaña de los propios mártires por la comunidad cristiana. Además, detrás del deseo de Eulogio de defender a los mártires está su drama personal – el conflicto con el obispo Recaredo quien, según la opinión de Eulogio, había tomado la postura de colaboracionismo hacia las autoridades heterodoxas. “La vida de Eulogio” cuenta que temporalmente deja de servir el oficio divino, rompiendo, de este modo, la comunión con el obispo[15].

Mientras en casi todo el territorio de la España actual la cultura cristiana se disolvía en la cultura árabe, en el norte del país se conservaba la civilización cristiana. La población del norte tradicionalmente se oponía a la asimilación tanto a los romanos y visigodos, como a los árabes. Es aquí donde se mantiene la identidad nacional que supera la conquista árabe.

En la época de la conquista se encuentran en Oviedo las reliquias de todo el territorio de España: los restos de los santos Eulalia de Mérida, Leocadia de Toledo, Eulogio de Córdoba. También se encuentra en Oviedo una de las reliquias más significantes – el sudario (el pañuelo que cubría la cara del Salvador después del enterramiento)[16],  que hasta hoy día está en la catedral de la ciudad. En Asturias se han conservado unos maravillosos templos prerománicos del siglo IX. Haremos mención especial de los templos de Santa Cristina de Lena y de San Salvador de Valdediós, donde se han guardado fragmentos de los frescos originales.

En el norte de la península se mantiene una tradición monástica, en las tierras reconquistadas de nuevo se construyen conventos[17]. En particular, por los oficios de Genadio, obispo de Astorga, se restablece la vida monjil en la “Tebaida Berciana” – el valle del Silencio cerca de Ponferrada. Se ha conservado el precioso templo de Santiago de Peñalba, donde fue enterrado el santo, y el templo único de San Miguel de Escalada cerca de León, consagrado por él mismo en 913. En el propio valle del Silencio a una media hora andando de la iglesia de Santiago de Peñalba se puede visitar una cueva donde Genadio vivió en soledad en su retiro de los oficios de obispo[18]. También merece la pena mencionar el Monasterio de Santo Toribio de Liébana en Cantabria cerca de la ciudad de Potes, donde hasta hoy día se sigue llevando vida monjil. En el monasterio está guardada una gran parte de la Cruz de Dios que Toribio, obispo de Astorga, trajo de Jerusalén en el siglo V.

 

***

 

Hablemos un poco de la metodología, y de los criterios de la inclusión (o no inclusión) de un santo en el santoral ofrecido.

El primer criterio consiste en que sea históricamente fidedigna la existencia del santo. No se puede ofrecer a adoración un santo que por lo visto nunca había existido. Cabe destacar que, aplicando el método histórico critico, no siempre es posible dividir fácilmente a los santos en personajes históricos y personajes de leyendas medievales. La respuesta a la pregunta de si es inventado o real el santo, no siempre puede ser sencilla y unívoca. Por ejemplo, la mártir Eufemia, que, según dice la tradición, sufrió en Ourense – es un personaje inventado en el sentido de nunca haber vivido en España, pero real en el sentido de haber vivido y sufrido en Calcedonia, y, con el paso de tiempo, cuando su adoración se difundió en Ourense (por lo visto, con la llegada aquí o adquisición de parte de sus restos), en la ciudad surgió la leyenda de ella como de una habitante local. Uno de los casos más conocidos de posible bifurcación de una santa es el caso de la santa mártir Eulalia de Barcelona: la leyenda de su martirio casi repite la leyenda del sufrimiento de Eulalia de Mérida.

Una fuente importante son los calendarios y martirologios. Por ejemplo, el llamado Calendario de Recemundo del 961 de una imagen bastante amplia de los santos que se adoraban por los cristianos en España en la mitad del siglo X. Hemos usado también el martirologio de Jerónimo y el martirologio galo de Usuardo compuesto alrededor del año 875. Usuardo emprendió un viaje a España donde tomó conocimiento de la adoración de los santos locales cuyos nombres incluyó en el martirologio.

Además, hemos utilizado tanto fuentes literarias (himnos de Prudencio, actos de los mártires, santorales) como testamentos arqueológicos.  Por ejemplo, las excavaciones en el sitio del templo de Santa Eulalia en Mérida confirman la existencia del martyrium en el lugar del entierro de la santa desde por lo menos la mitad del siglo IV. Diferentes testimonios arqueológicos están también en el catálogo compuesto por José Vives[19]. Se mencionan en ello, en particular, nombres de antiguos mártires españoles cuyos restos se ponían en los altares de los templos antiguos durante su consagración.

 

Santoral

 

 

Calendrios liturgicos:

 

Carm  - Calendario de Carmona (ss. VI-VII.). 

Delehaye, H. Le calendrier lapidaire de Carmona. Analecta Bollandiana.  Nº 31. 1912.

 

AL    -  Antifonario de León (s. X).

Antiphonarium mozarabicum de la catedral de León. Ed. Serrano, L., Rojo, C., Prado, G.León, 1928.

 

Cord - Calendario de Córdoba (961).

Dozy, R. Le Calendrier de Cordoue de l'année 961: texte Arabe et ancienne traduction Latine. Leyde, 1873.

 

Scor2 - Codice de Escorial, d.I.2. (975).

Scor1 - Codice de Escorial d.I.1. (994).

Antolin P. G. El códice Emilianense de la biblioteca de el Escorial. B: Ciudad de Dios. Vol. 72.  1907. (издание обоих календарей)

 

LOS   - Liber Ordinum de Silos, Arch. Mon., cod. 3. (s. X).

Liber ordinum episcopal de Santo Domingo de Silos. Ed. Janini, J.  Abadía de Silos, 1991. Pp. 18-20.

 

LOE   -  Liber Ordinum de Silos, Arch. Mon., cod. 4. (1052).

Liber ordinum episcopal de Santo Domingo de Silos. Ed. Janini, J.  Abadía de Silos, 1991. Pp. 31-43.

 

Hor   - Libro de Horas de Santiago de Compostela. Bibl. Univ. 609; Res. 1. (1055).

Férotin M. Étude sur neuf calendriers mozarabes. Le Liber Ordinum en usage dans l’église wisigothique et mozarabe d’Espagne du cinquième au onzième siècle. Paris, 1904. Pp. 450-497. [Codex C]

 

Com   -  Leccionario. Paris. Nouv. acq. lat. 2171. (1067).

Férotin, M. Étude sur neuf calendriers mozarabes. Le Liber Ordinum en usage dans l’église wisigothique et mozarabe d’Espagne du cinquième au onzième siècle. Paris, 1904. Pp. 450-497.[Codex E]

 

Etym  -  Etimologias de san Isidoro. Paris, Nouv. acq. lat. 2169. (1072).

Férotin, M. Étude sur neuf calendriers mozarabes. Le Liber Ordinum en usage dans l’église wisigothique et mozarabe d’Espagne du cinquième au onzième siècle. Paris, 1904. Pp. 450-497.[Codex F].

 

FrXI  - Missal con el fragmento del calendario (Enero - Abril) Madrid, Acad. Hist, cod. Aemil. 18. (s. XI).

Férotin, M. Étude sur neuf calendriers mozarabes. Le Liber Ordinum en usage dans l’église wisigothique et mozarabe d’Espagne du cinquième au onzième siècle. Paris, 1904. Pp. 495-496.[Codex I].

 

MM    -  Calendario Hispano-Mozárabe del Misal de 1500.

Calendarium Mozarabicum. Missale Mixtum secundum regulam beati Isidori dictum Mozarabes. Ed.  Ortiz, A. Toledo, 1500. PL85. Col. 95-104.

 

Martirologio de Jeronimo (S. VIII).

Ed. G. Battista de Rossi y L. Duchesne, En Acta Sanctorum LXXXII November, part II Bruselas, 1894.

 

Martirologio de Usuardo. Paris. Lat. 13745. (865).

Le Martyrologe d’Usuard. Texte et commentaires par Dom Jacques Dubois. Bruxelles, 1965.

 

Enero

 

9/22 de enero.

 

Traslación de las reliquias de SS. Eulogio y Lucrecia a Oviedo (884).

 

10/23 de enero.

 

S. Pedro de Cuixá, monje (987).

 

También conocido en España como Pedro Orseolo. Su vida, escrita por un monje anonmimi del siglo XI, se publicó en Venecia en 1733[20].

Dux veneciano, sucesor de Pedro Candiani IV después del golpe del estado del 976. En 978 huyó al monasterio de San Miguel (hoy día monasterio de San Miguel de Cuixá, en Francia), donde vivió como ermitaño[21]. S. Oliba traslado sus reliquias en la iglesia principal del monasterio en 1027[22]. En el baptisterio del catedral de San Marco en Venecia hay su imagen mosaico del siglo XIV, y un parte de sus reliquias se conserva en la tesorería de la catedral.

 

12/25 de enero.

 

S. Victoriano de Asán, abad (561).

 

Nació en Italia, donde empezó su vida monástica. Posteriormente, cruzando los Alpes, se trasladó a Francia y luego a España, donde vivió en una ermita (de S. Miguel) que el mismo construyó. Más tarde, fue abad de un monasterio cercano, en el que agrupó a varios ermitaños en una vida cenobítica.  Murió el 12 de enero, en el séptimo año del reino de Atanagildo, en el año 561, a la edad de 80 años[23]. S. Venancio Fortunato le dedica una elegía[24]. La vida detallada del santo, sin duda de origen tardomedieval, no se publicó hasta el año 1676[25].

Su cráneo se conserva en la iglesia de San Lorenzo en Huesca.

 

 

S. Nazario de Cuixá, monje (IX s.).

 

Los autores del artículo sobre su persona en la “Gran Enciclopedia Catalana” fechan su muerte en 745[26]. En la tradición popular, es el sucesor de S. Victoriano de Asán, pero de todo esto no hay evidencia histórica. Su nombre se encuentra en el santoral del “Evangelio de Cuixá” de los siglos XI-XII[27], conservado en Perpiñan.

 

13/26 de enero.

 

Ss. Gumersindo y Servideo de Córdoba, mártires (852).

 

Su martirio es atestiguado por S. Eulogio de Córdoba[28].

 

14/27 de enero.

 

Juliano, obispo de Toledo. Presidió en los Concilios XII, XIII, XIV, и XV de Toledo. Autor de 17 tratados, entre ellos, la obra escatológica “Prognosticum futuri saeculi”. Segun el Martirologio de Usuardo y dos calendarios mozárabes su memoria se celebra también el 6 de marzo, pero según 5 calendarios hispánicos su memoria se celebra el 14 de enero[29].

 

16/29 de enero.

 

S. Fulgencio, obispo de Ecija (c. 630).

 

Hermano de los SS. Leandro y Isidoro. Según los autores del artículo en la “Nueva Enciclopedia Católica”, su memoria en España ha sido conmemorada “desde los tiempos inmemorables”[30]. Participó en el II Concilio de Sevilla en 619.

Sus reliquias se conservan en la iglesia de S. Juan Bautista en Berzocana (Cáceres), también en el monasterio de Guadalupe, y en las catedrales de Cartagena, Murcia y Ávila. En Sevilla se celebra su memoria el 4 de enero, en Cartagena el 16 de enero, y en Plasencia el 19 de enero[31].

 

21 de enero/3 de febrero.

 

S. Fructuoso, obispo de Tarragona, y diáconos Eulogio y Augurio (259).

 

Las Actas del martirio de los santos fueron escritas por un testigo ocular; están consideradas como el testimonio más auténtico de todos los mártires españoles de la época hispano-romana.

Con de la invasión Árabe, las reliquias de S. Fructuoso fueron trasladas a Italia, a un lugar al sur de Génova que ahora se llama San Fruttuoso di Capodimonte. Parte de esas reliquias se conservan en la catedral de Tarragona, y parte en Ceu de Manresа[32]. La fundación de la basílica, construida en el lugar de su enterramiento, se descubrieron en 1924[33], y su tumba solamente en 2014[34].

 

23 de enero/5 de febrero.

S. Ildefonso, arzobispo de Toledo (667).

 

Nació a principios del siglo VII. Habiendo huido en su infancia, al monasterio de Agaliense de SS. Cosme y Damián, cerca de Toledo, hacia el año 650 fue elegido abad de este. Desde 657 fue nombrado arzobispo de Toledo. Después de su muerte, el 23 de enero de 667, le enterraron en la basílica de S. Leocadia. Su obra principal “De virginitate Sanctae Mariae contra tres infideles” es una contribución importante a la mariología patrística.

Sin duda, la veneración de Ildefonso empezó pronto después de su muerte; su nombre se encuentra en el Calendario de Recemundo. Consta con el nombre de “Ildefonso”, nombre poco común en la onomástica hispano-romana y visigoda, aunque después de su muerte, fueron mucho más los niños que recibieron su nombre[35]en el bautizo.

En la mitad del siglo VIII sus reliquias fueron trasladadas al norte de España. Desde el 26 de mayo de 1260 se encuentran en Zamora en el templo de su nombre, a pesar de varios intentos por parte del arzobispado de Toledo de recuperar sus restos en los siglos posteriores[36].

 

26 de enero/8 de febrero.

 

S. Ansurio, obispo de Ourense (925).

 

Fundador del monasterio de San Esteban de Ribas del Sil, donde se retiró después de su actividad episcopal[37].

 

27 de enero/9 de febrero.

 

S. Emerio (fin de s. VIII).

 

En la tradición popular el erróneamente está venerado como el fundador y abad del monasterio de Sant Esteve de Banyoles. Lo más probable, es que vivió en las cercanías del monasterio. En el siglo XIV había una capilla dedicada al santo en Sant Esteve de Guialbes. El 4 de junio de 1627 detrás del altar celebraron el hallazgo de sus reliquias. Se encuentran en la parroquia del pueblo.[38].

 

29 de enero/11 de febrero.

 

S. Valerio, obispo de Zaragoza, confesor (c. 315).

 

Participó en el concilio de Elvira. Prudencio le describe como confesor[39]. Su cráneo se conserva en la catedral de Zaragoza.

 

FEBRERO.

 

7/20 de febrero.

 

S. Fidel, obispo de Mérida (c. 571).

 

Vitas Sanctorum Patrum Emeretensium” le glorifica como taumaturgo[40].

 

9/22 de febrero.

 

S. Nebridio, obispo de Egara (545).

 

Según S. Isidoro, hermano de Justo de Urgel, Justiniano de Valencia y Elpidio de Huesca[41]. Participó en el Concilio de Tarragona de 516, en el Concilio de Gerona de 517 y en el II Concilio de Toledo de 527. Tiene culto local.

 

12/25 de febrero.

 

Sta. Eulalia de Barcelona, mártir (principios del s. IV).

 

Las Actas de Eulalia casi repiten las Actas de Eulalia de Mérida. Para la mayor parte de los historiadores se trata del desdoblamiento de una santa. La posición menos escéptica fue la de Fabregas Grau, su argumento principal para afirmar el culto de Eulalia de Barcelona, distinta de la otra Eulalia, es el himno «Fulget», escrito, supuestamente, cerca de 656 por Quirico, obispo de Barcelona. Otro argumento es una versión de sus Actas, redactada, en su opinión, en la segunda mitad del siglo VII y menos parecida a las actas de la primera Eulalia[42]. No obstante, si el Quirico - autor del himno y Quirico - obispo de Barcelona es la misma persona (que no es cierto[43])  el  argumento de las distintas versiones del martirio es plausible (también hay dudas[44]), el culto de la santa en Barcelona a finales del siglo VII, no consta su historicidad en el siglo IV.

El hallazgo de sus reliquias las celebró Frodoino, obispo de Barcelona, el 23 de octubre de 877 en el lugar de la actual iglesia de Santa Maria de Mar. Ahora están en la catedral de Barcelona.

Aunque la fecha universal de su memoria es la del 12 de febrero, la Iglesia Ortodoxa Rusa la conmemora el 22 de agosto/4 de septiembre.

 

19 de febrero/4 de marzo.

 

S. Beato de Liebana, monje (c. 798).

 

Defensor contra el adopcionismo, autor del “Comentario al Apocalipsis”, varias copias de este existen en varios manuscritos iluminados. Se le venera como santo después de su muerte. [45].

 

23 de febrero/8 de marzo.

 

Sta. Marta de Astorga, mártir (249-251).

 

El testimonio importante de su veneración en la antigüedad es un monasterio dedicado a ella, que se menciona en el año 979, y es de construcción anterior[46]. Su vida se relata en un breviario del siglo XIII, y tiene poca credibilidad histórica[47].

 

25 de febrero/10 de marzo.

 

S. Valerio de Bierzo, monje (c. 695).

 

Es el autor de un corpus literario importante[48]. Valerio nació, supuestamente, cerca de la actual Astorga en los años 625-630, y murió cerca del 695 en el “Monasterio Rufiniano”, cuyos restos en San Pedro de Montes se puede visitar todavía.

 

26 de febrero/11 de marzo.

 

S. Torcuato, obispo de Braga (719).

 

Obispo de Braga, martirizado por los musulmanes. Su cuerpo incorrupto se encuentra en su santuario en Guimarães.

 

MARZO

 

1/14 de marzo.

 

S. Rosendo, obispo de Mondoñedo (977).

 

La fuente principal de su existencia es la “Vida”, escrita por Ordoño a finales del siglo XII[49]. Fue ordenado obispo a los 18 años. Posteriormente renunció a su dignidad y se retiró al monasterio de San Salvador de Celanova, que fundó en el año 942. Allí se conserva la iglesia de San Miguel, construida durante su vida. Ha sido venerado como taumaturgo y conocido fundador de muchos monasterios[50]. Su veneración empieza inmediatamente después de su muerte y enterramiento[51], aunque formalmente fue canonizado por la Iglesia católica sólo en 1172. La parte principal de sus reliquias se conservan en Celanova, aunque hay muchos relicarios en los monasterios e iglesias de Galicia y otras partes de España[52].

S. Manilán, abad (1012).

 

Abad del monasterio de Celanova después de S. Rosendo. En 981 se retiró a un lugar desierto cerca de León, pero durante su ausencia la actividad del monasterio descayó, por lo que entre 986 y 987 tuvo que volver al monasterio, donde murió[53].

 

3/16 de marzo.

 

Ss. Emeterio y Celedonio, mártires (s. III-IV).

 

Prudencio les dedica dos himnos[54]. Se puede localizar su nombre en el Martirologio Jerominiano y S. Gregorio de Tours[55]. No obstante, parece que en la época visigoda su veneración fue local[56]. Hay una misa en honor de los mártires, compuesta, supuestamente, antes de su pasión en el siglo VIII [57].  Sus nombres se encuentran en todos los calendarios mozárabes.

En 932 la catedral de Calahorra fue destruida por los árabes, y sus cráneos se trasladaron a Cantabria: en honor de los mártires en el siglo X les dedicaron una capilla o un monasterio cerca de lo que hoy es Santander. Los cráneos de los mártires los excavaron del subsuelo en 1533[58]. Ahora sus reliquias se conservan en la catedral de Calahorra, y sus cráneos en la catedral de Santander[59].

 

6/19 de marzo.

 

S. Julián, arzobispo de Toledo (690).

 

Presidió los Concilios XII, XIII, XIV, y XV de Toledo. Autor de 17 obras, entre ellas “Prognosticum futuri saeculi”. Su nombre aparece en el Martirologio de Usuardo y dos calendarios mozárabes[60], que indican el 6 de marzo como su fiesta (según el Martirologio Romano, es el 8 de marzo).

 

9/22 de marzo.

 

S. Paciano, obispo de Barcelona (c. 390).

 

Según S. Jerónimo. “Paciano, obispo de Barcelona, en las faldas del Pirineo, de esmerada elocuencia y tan ilustre por su obra como por su palabra, fue autor de varios opúsculos y murió ancianísimo en tiempos del emperador Teodosio”[61]. Su fecha se celebra este día según el Martirologio de Usuardo. Sus reliquias se conservan en la basílica de los Santos Justo y Pastor (Barcelona).

 

11/24 de marzo.

 

S. Eulogio de Córdoba, presbítero y mártir (859).

 

Sacerdote y escritor, gracias a él tenemos la descripción de las persecuciones de cristianos en Córdoba en la mitad del siglo IX. Le eligieron como arzobispo de Toledo, pero no pudo ordenarle el mismo oculto Leocricia, quien se convirtió del Islam al Cristianismo.

Su veneración en Córdoba empieza inmediatamente después de su martirio. Álvaro, su biógrafo, le dedica unos himnos, llamándole “santo”[62]. Poco después de su mаrtirio sus reliquias fueron trasladadas a un lugar de honor para su veneración. En 883 el emir Mohammed I a petición de Alfonso III permitió entregar a los cristianos las reliquias de Eulogio y Leocricia, y el presbítero Dulcidio las lleva a Oviedo. El 9 de enero de 884 fueron colocadas en la cripta de Santa Leocadia, y en 1305, en la Cámara Santa, donde se conservan[63].

 

S. Vicente, abad (630).

 

Abad del monasterio de S. Claudio cerca de León. Según el Passio medieval, los monjes sufrieron persecución durante la invasión se los suevos-arianos. Al abad Vicente lo mataron el primero, otros monjes pudieron huir, pero Ramiro y otros 12 monjes se quedaron para dar testimonio de su fe. Hay que precisar que en esa época el reino de los suevos ya no existía, y los suevos eran ortodoxos. El historiador francés del siglo XIX consideró que no coincidían las fechas en la inscripción de su tumba, ya que los monjes sufrieron la persecución del rey Leovigildo[64]. También es creíble la propuesta del historiador español J. Vives, que S.Vicente no fue un mártir, y las tradición de su martirio nació por error de la interpretación de la misma inscripción, que en verdad dice que S. Vicente habría descubierto las reliquias de unos santos. No obstante, le veneraron como un santo; entre las reliquias traídas a Oviedo en el siglo IX hay unos de “Sancti Vincenti martiris adque abbatis”[65].

 

13/26 de marzo.

 

S. Leandro, arzobispo de Sevilla (c. 600).

 

Leandro nació en Cartago Nova (Cartagena). Vivió unos años en Constantinopla, donde se hizo amigo de S. Gregorio Magno, quien estuvo allí como legado del papa Pelagio entre 579 y 585. Desde 578 hasta su muerte en 600 fue arzobispo de Sevilla. Mentor de S. Ermenegildo. Le recuerda la Iglesia como un defensor contra el arrianismo, bajo su dirección espiritual Recaredo, hijo de Leovigildo, se convierte a la Ortodoxia, que en el III Concilio de Toledo se proclama como la religión oficial del estado visigodo. Las actas del concilio terminan con la famosa homilía “De triumpho Ecclesiae ob conuersione Gothorum”.

Sus reliquias se conservan en la catedral de Sevilla.  Según las fuentes litúrgicas, en la época de la iglesia no divida, Leandro recibió culto fuera de España. Su nombre aparece en el Martirologio de Flor (primera mitad del s. IX), Martirologio de Usuardo (c. 875), donde su onomástica se celebra el día 27 de febrero[66]. Según los calendarios mozárabes su memoria se celebra el 13 de marzo[67].

 

SS. Rodrigo y Salomón de Córdoba, mártires (857).

 

Rodrigo fue sacerdote de Cabra, falsamente acusado por su hermano de haberse convertido al Islam y renunciarlo posteriormente. En la cárcel conoció a Salomón, acusado del mismo delito.

Su martirio es atestiguado por S. Eulogio de Córdoba[68].

 

15/28 de marzo.

 

Sta. Lucrecia de Córdoba, mártir (859).

 

Álvaro cuenta su historia[69]. Nació en el seno de una familia musulmana, se bautizó secretamente. Se oculto en la casa de Eulogio, pero le descubrieron por una denuncia, y le ejecutaron. Con el mismo pretexto ejecutaron al mismo Eulogio.  Las reliquias de ambos santos están en Oviedo.

 

20 de marzo/2 de abril.

 

S. Martin, arzobispo de Braga (580).

 

Un escritor extraordinario[70]. Nació en Pannonia. «El sobrenombre de apóstol de los suevos es bien merecido. … Si Leandro es el padre de los visigodos, Martín lo es de los suevos; si Leandro es el padre del movimiento literario del siglo VII, Martín es el precursor”[71]. Presidio el II Concilio de Braga. (572). La mayor parte de sus reliquias están en Braga.

 

26 de marzo/8 de abril.

 

S. Braulio, arzobispo de Zaragoza (651).

 

Nació en 585 en la familia del obispo Gregorio. Después de la muerte de su hermano Juan en 631 Braulio es su sucesor en la sede zaragozana. Participo en los Concilios IV, V y VI de Toledo. De sus obras literarias destaca su “Vida de San Millán” y sus cartas. Sus coetáneos le consideraron un santo durante su vida[72]. Murió en 651, canonizado por la Iglesia Católica alrededor del 1200, sus reliquias están cerca del altar mayor de la Basílica del Pilar.

 

S. Flavio de Porto (s. VII).

 

Participó en el X Concilio de Toledo (656). Su memoria se celebra según dos calendarios mozárabes[73].

 

S. Renovato, obispo de Mérida (633).

 

Sucesor de S. Inocencio en la sede emeritense. Le glorifica el autor de “Vitas Sanctorum Patrum Emeritensium[74]. Durante la invasión Arabe, se celebraron el hallazgo de sus reliquias, junto con otros, depositados en la basílica de S. Eulalia. El hallazgo  ha sido acompañado por el olor fragante y milagros[75].

 

ABRIL

 

4/17 de abril.

 

S. Isidoro, arzobispo de Sevilla (636).

 

Sin duda, la figura más importante de la patrística española. Sucesor de su hermano Leandro en la sede de Híspalis (Sevilla). Como su hermano mayor, se le recuerda como un defensor intransigente contra el arrianismo. Presidio el II Concilio de Sevilla en 619, que condeno la herejía de “acephalos” y el IV Concilio de Toledo en 633. Ha dejado un corpus literario inmenso. Su obra principal “Etimologías” está considerada como la primera enciclopedia cristiana. Las dos obras históricas son “Crónica Universal”, describiendo la historia del mundo desde la creación hasta el año 615, y “Historia de los godos, vándalos y suevos”. Murió 4 de abril de 636; según los calendarios mozárabes, su memoria se celebra ese mismo día.[76].

Las reliquias del santo se veneraron en Sevilla, y después del 1063 en la basílica de su nombre en León. Su veneración en la Iglesia no dividida ha trascendido fuera de España. Aparte de dos calendarios mozárabes, su nombre se encuentra en Martirologio de Usuardo, letanías de Carlomagno, y otros textos litúrgicos de Francia y Alemania de los siglos IX-XI[77]. Dante le pone en el empíreo en el décimo cielo[78].

A S. Isidoro le dedica un capítulo el hieromonje Makarios de Simonopetra en su “Synaxarion”. También su nombre está en el calendario de la Iglesia Ortodoxa en América.

 

6/19 de abril.

 

S. Urbano de Bierzo, monje (824).

 

Le enterraron, junto con S. Genadio, en Santiago de Peñalba, del que fue abad. En el siglo XVI sus reliquias se trasladaron a Villafranca del Bierzo, luego a Valladolid, donde se conserva hoy.[79].

 

9/22 de abril.

 

S. Fructuoso, obispo Braga (655).

 

La “Vita Fructuosi” está escrita, supuestamente, entre los años 670-680[80]. Una figura importante para la vida monástica en España, también autor de una “Regula Monachorum[81] También se conservas dos poemas suyos,[82] y dos cartas, dirigidas a Braulio de Zaragoza[83] y al rey Recesvinto[84].

La primera mención del santo en las fuentes litúrgicas es el oficio en su honor en el Antifonario de León, pero le consideraron santo durante su vida. Braulio de Zaragoza le dirige: “O santísima gloria de España!”[85]. El templo, construido durante su vida, donde le enteraron, lleva su nombre, al menos, desde el año 899 [86]. Este templo, muy parecido al mausoleo de Gala Placidia en Ravenna, está situado cerca de Braga. Sus reliquias se llevaron a Santiago en 1102. Una parte de ellas está en la capilla de las reliquias. Un relicario, devuelto a Braga en 1966, está en la iglesia de São Jerónimo de Real, anexo posterior a San Fructuoso de Montélios. En el “Valle del silencio” norte de Ponferrada se puede visitar algunos lugares de la vida del santo, incluso el abandonado monasterio de San Pedro de Montes.

Su fecha se celebra el 9 de abril, según el misal y el breviario mozárabe editados en 1500 y 1502. Según los libros litúrgicos posteriores la fecha es el 16 de abril[87].

 

11/24 de abril.

 

S. Floresindo de Sevilla (c. 690).

 

Participó en el XIII y XV Concilios de Toledo (683 y 688). Su memoria se celebra según el calendario del s. XI[88].

 

12/25 de abril.

 

S. Victor de Braga, mártir (c. 300).

 

No sabemos nada sobre él, aparte de su nombre en cuatro calendarios mozárabes[89]. Existe una iglesia en Braga dedicada a su nombre.

 

13/26 de abril.

 

Sta. Eugenia, mártir (923).

 

El único testimonio de la memoria de esta santa es un acróstico en latín, formando su nombre, y los más probable, autentico[90]. Su nombre aparece en dos calendarios mozárabes del siglo XI[91].

 

16/29 de abril.

 

Ss. Engracia de Zaragoza y otros 18 mártires (c. 303).

Prudencio le dedica el himno[92]. Su cráneo está en la basílica de su nombre en Zaragoza probablemente, la iglesia española más antigua, donde los oficios se celebran casi ininterrumpidamente desde el siglo IV.

 

S. Lamberto de Zaragoza, mártir (s. VIII).

 

Le consideraron mártir en los principios del siglo IV, pero el silencio de Prudencio sobre él, tanto como su nombre germánico, hace pensar que vivió y sufrió en el siglo[93].

 

Ss. Caio y Cremencio, mártires (s. IV).

 

Prudencio da testimonio de ellos[94]. Sus nombres están en el Martirologio Romano.

 

S. Toribio, obispo de Astorga (480).

 

Obispo de Astorga, luchador contra el priscilianismo. Hay testimonio de su culto en el siglo XII, aunque la difusión de su nombre confirma el culto anterior[95].

Según la tradición, hizo peregrinación a Tierra Santa, en la época del patriarca Juvenalio se hizo guardián del Santo Sepulcro, y desde allí trajo el Lignum Crucis, ahora conservado en el monasterio de Santo Toribio de Liébana. Probablemente, históricamente hubiera una confusión entre los tres Toribios, el obispo de Astorga, otro que vivió en el siglo VI, de quien escribe S. Ildefonso de Toledo, y el legendario fundador del monasterio de Santo Toribio[96].

 

17/30 de abril.

 

Ss. Elías, presbítero, Pablo y Isidoro de Córdoba, mártires (856).

 

Elías fue sacerdote lusitano, fué ejecutado junto con los monjes Pablo e Isidoro.Su martirio es atestiguado por S. Eulogio de Córdoba[97].

 

18 de abril/1 de mayo.

 

S. Perfecto de Córdoba, presbítero y mártir (850).

 

El primero entre los “mártires cordobeses”. Le pararon en la calle, forzando a confesar su fe Cristiana y lo que pensaba sobre Mahoma. Fue degollado por orden del cadí. Enterado en la iglesia de S.Acisclo, posteriormente sobre 1124 sus reliquias fueron trasladas a S. Pedro, donde se encuentran ahora[98].

 

Su martirio es atestiguado por S. Eulogio de Córdoba[99].

 

20 de abril/3 de mayo.

 

S. Secundino de Córdoba, mártir (c. 300).

 

Según el Calendario de Recemundo su memoria se celebra ese día, según el Martirologio de Usuardo el 21 de mayo, pero este último debe ser un error[100].

 

22 de abril/5 de mayo.

 

Sta. Señorina, abadesa de Basto (982).

 

Abadesa del convento en un lugar hoy día conocido como Vieira do Minho. Su culto formal empieza en 1130[101].

 

24 de abril/7 de mayo.

 

S. Gregorio, obispo de Granada y confesor (c. 392).

 

Esta entre los “hombres ilustres” de S. Jerónimo[102] y S. Isidoro[103]. Su nombre aparece en el Martirologio de Usuardo  y en el Calendario de Recemundo.

 

28 de abril/11 de mayo.

 

S. Gregorio, obispo de Tarazona (VII-VIII ss.).

 

Sus fechas de vida exactas son desconocidas. Según la tradición, fue el discípulo de S. Saturio. En el año 746 el rey Ramiro le agradece su intercesión en su tumba por la victoria sobre los sarracenos[104]. El monasterio, construido en el lugar de su enterramiento, lleva su nombre, al menos, desde el siglo XI[105].

 

30 de abril/13 de mayo.

 

Ss. Amador presbítero, Pedro monje, y Luis de Córdoba, mártires (855).

 

Amador era un sacerdote joven de Tucci (Martos), que fue a Córdoba para estudiar, Pedro  un monje y Luis  un laico, hermano del diácono Pablo (20 de julio/2 de agosto).

Su martirio es atestiguado por S. Eulogio de Córdoba[106].

 

MAYO

 

1/14 de mayo

 

Ss. varones apostólicos - Torcuato, Tesifonte, Indalecio, Segundo, Eufrasio, Cecilio y Hesiquio (c. s. II).

 

“Varones apostólicos” - según la tradición, son los discípulos de los apóstoles, quienes trajeron el cristianismo a España.  La propia leyenda de los siete hombres, que vinieron a la Bética según la orden de los SS. Pedro y Pablo, aparece en un manuscrito del siglo  X, y hasta el siglo VIII no hay evidencia de su culto común. No obstante, es muy probable que la leyenda tenga un núcleo histórico - los nombres de las sedes, y los nombres de los primeros obispos conocidos en estas sedes, aunque no vinieran en la época apostólica.  Por ejemplo, según el “códice Emilianense” del 962, Cecilio fue el primer obispo de Granada, que vivió entre los siglos II y III [107]. Hay unos testimonios de su culto separado. En la iglesia de Santa Comba de Bande (s.VII.) hay una tumba donde guardaron las reliquias de S. Torquato, y en Jaén en el año 618 construyeron una basílica donde guardaron las reliquias de S. Eufrasio[108].

 

S. Oriencio, obispo de Auch (c. 440).

 

Nació en Huesca. Obispo de Augusta Auscorum  (actualmente Auch en Francia). En el lugar de su enteramiento construyeron un monasterio, el templo principal se consagró en el año 1075.

Autor del poema «Commonitorium» y de 24 oraciones de las que se conservan 2[109].

Hay una tradición tardía, que dice que Oriencio fue el hermano gemelo de S. Lorenzo, pero tiene poca probabilidad histórica[110].

 

7/20 de mayo.

 

S. Esperaindeo, presbitero de Córdoba (c. 851).

 

El mentor de S. Eulogio y Álvaro de Córdoba. Se celebración indica el Calendario de Recemundo.

 

9/22 de mayo.

 

S. Gregorio, obispo de Ostia (1044).

 

Abad del monasterio de San Cosme y San Damián, ordenado obispo y mandado a Navarra como legado del papa Juan XVIII. Sus reliquias están en el templo de su nombre en Sorlada (Navarra). Se venera como patrón durante la peste[111].

 

11/24 de mayo.

 

S. Eudaldo, mártir (452).

 

Nació en Italia en 405. Dejó el oficio militar y se dedicó a la vida monástica bajo la dirección del eremita Pancracio. Torturado varias veces por los soldados ostrogodos, fue asesinado por ellos cruzando los Pirineos el 11 de mayo de 452. Encontraron sus reliquias en 581, y en 978 las trasladaron a Ripoll, donde se conservan actualmente[112].

 

13/26 de mayo.

 

Sta. Argentea de Bobastro y S. Vulfura presbítero (931).

 

Las “Actas” de les mártires forman parte del “Pasionario Hispánico”. Por la abundancia de los detalles históricos están consideradas como por ser escritas por un coetáneo[113]. R. Dozy llego a la conclusión de que el padre de Argentea fue Omar ben Hafsun, uno de los líderes de la resistencia cristiana en Córdoba, que vivió en Barbastro, cerca de la actual Málaga[114]. Los restos de Bobastro junto con las ruinas de la basílica cristiana se pueden visitar todavía.

Argentea es la última de las mártires en la España musulmana, cuyo nombre conocemos.

 

14/27 de mayo.

 

Sta. Trebteta de Ecija (ss. III-IV).

 

Cuatro calendarios mozárabes, incluyendo el de Carmona, atestiguan su culto[115].

 

15/28 de mayo.

 

S. Witesindo de Cabra, mártir (855).

 

Su origen se sitúa en Egabro (Cabra). Cayó en apostasía, pero volvió a confesar su fe.

Su martirio es atestiguado por S. Eulogio de Córdoba[116].

 

18/31 de mayo.

 

S. Prospero, Obispo de Tarragona (c. 718).

 

Con la invasión Arabe, huyó con su discípulos a Italia, llevando las reliquias de Ss. Fructuoso, Augurio y Eulogio. Empezaron la vida cenobítica en Capo di Monte, cerca de Camogli  (Génova). Pronto después de su muerte el rey Luitprando ha depositado sus reliquias en la nueva iglesia de Reggio. Luego, en 997, se le dedicó un monasterio[117].

Aunque en el año 1854 el papa Pío IX aprobó el culto público de San Próspero el día 2 de septiembre, en Tarragona se celebra su memoria 18 de mayo[118].

 

21 de mayo/3 de junio.

 

S. Mancio de Évora, mártir (VI c.).

 

Aunque en Évora se le recuerda como el primer obispo de la ciudad, desde el siglo  XVIII está considerado por ser un laico que sufrió de los judíos entre los siglos V y VI.[119] Los primeros testimonios de su culto son del siglo XI.[120] Probablemente sus Actas, de fecha indeterminada, tienen dos redacciones. El mártir pronuncia las fórmulas trinitarias de los XVI y XVII concilios de Toledo (693 y 694)[121], recibe la eucaristía diariamente bajo las dos especies. En mitad del siglo XVI aparece una leyenda: Mancio es el discípulo de Jesucristo, fundador de la sede Eborense.

Según las Actas del “Pasionario hispanico”, su memoria se celebra el día 21 de junio, según cinco calendarios mozárabes su fiesta es 21 mayo[122].

 

25 de mayo/7 de junio.

 

S. Genadio, obispo de Astorga (936).

 

Genadio es conocido principalmente como renovador de la vida monástica en la “Tebaída Berciana”. En particular, en el monasterio San Pedro de Montes, fundado por. S. Fructuoso. En 909 fue ordenado como obispo de Astorga, pero en el año 919 se retiró de su cargo y vivió en una cueva cerca de Peñalba de Santiago, que se conserva todavía, así como dos templos consagrados por él, en Santiago de Peñalba y san Miguel de Escalada, cerca de León. Murió el 25 de mayo de 936 y fue enterrado en el primero de estos templos[123]. Se habla de él como “santo” ya en 1081[124].

 

28 de mayo/10 de junio.

 

S. Justo, obispo de Urgel (c. 550)

 

Participó en el II concilio de Toledo (531), en el concilio de Lérida (546) y en el concilio del valencia (549). Sus otros tres hermanos también fueron obispos. Un de los “hombres ilustres” a los que se refiere S. Isidoro de Sevilla[125]. Autor del comentario al “Cantar de los Cantares”, homilía en honor de S. Vicente, y unas cartas[126].

 

29 de mayo/11 de junio.

 

Ss. Juan (8 c.), Felix y Vóto de San Juan de la Peña, monjes (757).

 

Según la tradición, los hermanos encontraron el lugar donde vivió S. Juan y sus reliquias mientras cazando. Posteriormente iniciaron la vida monástica en el mismo sitio, donde luego construyeron el monasterio San Juan de la Peña[127].

 

JUNIO

 

3/16 de junio.

 

S. Isaac de Córdoba, monje y mártir (851).

 

Su martirio es atestiguado por S. Eulogio de Córdoba[128]. Nació en una familia rica, se hizo funcionario de alto nivel (exceptor), se retiró a un monasterio, y tres años después volvió a la ciudad para aceptar el martirio.

 

5/18 de junio.

 

S. Sancho de Córdoba, mártir (851).

 

Era un cautivo de Gallia en su infancia y se unió a la guardia del emir. Le empalaron por negarse a convertirse al islam.

 

Su martirio es atestiguado por S. Eulogio de Córdoba[129].

 

7/20 de junio.

 

Ss. Pedro presbítero, Walabonso diácono, y Sabiniano, Wistremundo, Habencio y Jeremías de Córdoba, monjes (851).

 

Pedro era sacerdote de Astiga (Ecija), Walabonso - diácono de Elepla (Niebla), que vinieron para estudiar en el monasterio de Cuteclara. Sabiniano y Wistremundo - monjes del monasterio de San Zoilo de Armilata, Habencio era monje de San Cristóbal y Jeremías, muy anciano, fue el fundador del monasterio de Tábanos[130]. Jeremías fue azotado hasta la muerte y los demás decapitados.

Su martirio es atestiguado por S. Eulogio de Córdoba[131].

 

8/21 junio.

 

Sta. Melania la Mayor (410).

 

Según el testimonio de Paladio, de origen hispánico[132]. Abuela de Melania la Menor. En la edad de 22 se quedó viuda,  también perdiendo dos hijos. Dejando su hijo bajo custodia, se fue a Alexandria, donde se encontró con los padres del desierto. Luego se fue a palestina, donde se fundo junto con Rufino de Aquileia el convento en el Monte de los Olivos, y donde se quedo hasta su muerte.

No ha recibido culto en el Occidente hasta el siglo IX, donde celebraron su memoria los días  30, 31 o 28 de octubre. En el oriente su memoria se celebra 8/21 de junio[133].

 

S. Eutropio, obispo del Valencia (c. 610).

 

Escritor eclesiástico, amigo de S. Leandro, co-presidio en el Conclio III de Toledo (589). Tiene culto local en Valencia.

 

13/26 de junio.

 

S. Fandila, abad y mártir (853).

 

Abad del monasterio de Peñamelaria[134]. Su martirio es atestiguado por S. Eulogio de Córdoba[135].

 

14/27 de junio.

 

Ss. Anastasio presbítero, Félix monje y Digna de Córdoba, mártires (853).

 

Anastasio era diácono de la iglesia de San Acisclo en Córdoba, posteriormente se dedicó a la vida monástica, le ordenaron sacerdote. Félix era de Complutum (Alcalá de Henares), de origen bereber (lat. gaetulus), se fue a Asturias donde también se dedicó a la vida monástica. Con la monja Digna los tres sufrieron martirio en el mismo día.

Su martirio es atestiguado por S. Eulogio de Córdoba[136].

 

15/28 de junio.

 

Sta. Benilde, viuda y mártir (853).

 

Una mujer “de edad ya avanzada”. Su martirio es atestiguado en pocos detalles por S. Eulogio de Córdoba[137].

 

19 de junio/2 de julio.

 

S. Romualdo (1027).

 

Segun la Vita Beati Romualdi, convinció a S. Pedro Orseolo de huir al mundo para ser monje en San Miguel de Cuixa, acompañandole alli, estableciendo una ermita, y pasando unos 10 años antes de regresar a Italia.

 

20 de junio/3 de julio.

 

Sta. Florentina de Cartagena, abadesa (633).

 

Hermana de los SS. Leandro, Isidoro y Fulgencio. Leandro le dirige su “Regla”, Isidoro le dedica “De fide catholica contra Iudaeos”. La enterraron junto con Leandro y Isidoro, en tiempos de la invasión Árabe trasladaron sus reliquias a Berzocana (Cáceres), donde están la mayor parte de ellas. Los primeros testimonios liturgicos de su culto pertenecen al siglo XV[138]. En Plasencia su memoria se celebra el día 14 de marzo, según el Martirologio Romano el 20 de junio[139].

 

21 de junio/4 de julio.

 

S. Inocencio, obispo de Mérida (c. 616).

 

Sucesor de Masona en la sede emeritense. “Después de él fue elegido un virtuoso varón, de suma santidad y llaneza, llamado Inocencio, cuya condición la expresa bien su propio nombre. Inocente, en verdad, y cándido; que a nadie juzgó, a nadie condenó, a nadie enjuició; y vivió humilde y piadoso todos los días de su vida”[140]. Participó en el sínodo de Toledo de 610[141].

 

25 de junio/8 de julio.

 

Sta. Orosia, martir (s. IX).

 

Sufrió martirio de los árabes en Aragón entre los siglos VIII y IX. En el siglo XI trasladaron sus reliquias a la catedral de Jaca. Según la versión tradicional, vino a España desde Bohemia. Esta versión empieza en 1493 con el monje checo Juan de Monte Oliveti. Desde los principios del siglo XVII algunos dudaron, pensando que la santa nació en Bayonne (Francia), Córdoba, y la propia Aragón.[142]. El sacerdote católico Ricardo Mur Saura, experto en cristianismo aragonés, considera la versión del origen eslavo de le santa completamente creíble. Hace referencia a la leyenda: “una princesa llamada Dobroslava … Orosia, o Eurosia, es nombre griego, pero con el mismo significado y etimología que el eslavo Dobroslava ("buen rocío”) … Dobroslava queda huérfana … fue prometida en matrimonio con un príncipe lejano y cristiano”[143]. Es difícil comprobar esta leyenda. El único atento clarificar el asunto desde el mundo eslavo - la investigación del historiador Jan Svoboda - clarifica poco[144]. No obstante, hay un argumento que avala el origen eslavo de la santa. El historiador Tamayo Salazar, que tiene poca credibilidad y mucha parcialidad, en su obra, publicada en 1651, intenta demostrar el origen francés de la santa. En su libro, cita una inscripción del libro medieval: Tegitur almun: gramineo sub cespite: Boie Eurosie: corpus: quod laceravit arabs[145]. Boyos es un pueblo celta, en las actuales regiones de Moravia y Bohemia, y de ésta última toma su nombre.  Así el historiador, intentando demostrar el origen francés, nos da un argumento para el origen eslavo de la santa, pensando que los boyos son los habitantes de Bayona y Aquitania[146].

En cualquier caso, podemos decir que Orosia es un nexo entre el mundo eslavo y la España antigua.

 

26 de junio/9 de julio.

 

S. Hermogio, obispo de Tuy (c. 926). S. Pelayo, martir (925).

 

La Vita del mártir la escribió el presbítero Raguel, su coetáneo[147].

Según la tradición, nació en el actual pueblo de San Juan de Alveos (Pontevedra). Estudio en Tuy bajo la dirección de su tío, el obispo Hermogio. En la batalla del valdejunquera fue hecho cautivo   por el emir Abdarrahmān III y trasladado a Córdoba. Habiendo rechazado las demandas sexuales, acepto el martirio.

Sus reliquias se llevaron a León en el año 967, y en le época del reino de Vermudo II (984-999) trasladadas a Оviedo, donde se custodian en el convento de su nombre [148].

 

27 de junio/10 de julio.

 

S. Zoilo de Córdoba, mártir (c. 304)

 

Prudencio habla del mártir[149], su nombre está también presente en el Martirologio jeronimiano. El “Pasionario Hispánico” contiene la narrativa de la invención de sus reliquias, de un manuscrito redactado en el siglo XI.[150] En Córdoba sus reliquias estuvieron en la iglesia de su nombre, mencionada en la Vita de S. Eulogio, en el lugar donde ahora se alza la parroquia de San Andrés[151]. Parte de sus reliquias se llevaron a Asidona (actual Medina Sidonia) en el año 630, y en el año 851 a Pamplona, y finalmente en 1070 al monasterio de San Juan Bautista cerca de Palencia[152]. El monasterio llevó el nombre del mártir hasta su cierre en 1992. El monasterio se convirtió en un hotel, y sus reliquias siguen en la iglesia del monasterio todavía.

 

28 de junio/11 de julio.

 

S. Argímiro, mártir de Córdoba (856).

 

Su origen se sitúa en Egabro (Cabra), juez de la comunidad cristiana de Córdoba. Se retiro a un monasterio, antes de comparecer ante el juez y ser atravesado con la espada.

Su martirio es atestiguado por S. Eulogio de Córdoba[153].

 

29 de junio/12 de julio.

 

Sta. Benedicta de Cádiz, abadesa (c. 650).

 

El único testimonio sobre ella  en el capítulo XV de Vita Fructuosi. Habiendo rechazado el matrimonio, huyó al desierto. Posteriormente se constituyó una comunidad de 80 monjas alrededor de ella, para las que Fructuoso construyo un monasterio.

 

JULIO

 

4/17 de julio.

 

S. Laureano, arzobispo de Sevilla, mártir (c. 546 ).

 

Ejecutado por el rey ariano Totila en Beturia (actual Borges, Francia). El Martirologio Jeronimiano menciona el traslado de su cráneo a Sevilla, donde es venerado como patrón de la ciudad.

 

7/20 de julio.

 

S. Fermín, obispo de Amiens, mártir (principios del s. IV).

 

Según la tradición, primer obispo de Ambianum (actual Amiens), nacido en Pompelona (actual Pamplona). Los primeros testimonios de su culto son del siglo VIII.

En el año 1186 parte de sus reliquias se llevan a Pamplona, ciudad de la que es patrón.[154].

 

11/24 de julio.

 

S. Abundio de Córdoba, presbítero y mártir (854).

Párroco en la aldea de Ananelos (probablemente la actual Hornachuelos). Fue delatado, decapitado y su cuerpo arrojado a los perros.

Su martirio es atestiguado por S. Eulogio de Córdoba[155].

 

S. Dictino, obispo de Astorga (c. V).

 

Seguidor de priscillianismo, pero en el I concilio de Toledo confesó su ortodoxia. Las actas del concilio hablan de su “memoria bendita”[156], después de muerte recibió culto[157], y su sucesor Fortis en 929 le llama “santísimo, gloriosísimo y poderoso patrón”[158].

 

16/29 de julio.

 

S. Sisenando de Córdoba, diácono y mártir (851).

 

Su martirio es atestiguado por S. Eulogio de Córdoba[159]. El habla de “Ex Pacensi” como lugar de nacimiento. Desde el siglo XVI dos ciudades - Beja (nombre romano - Pax Julia) y Badajoz (nombre romano dе Pax Augusta) se disputan el lugar de nacimiento del santo[160].

 

17/30 de julio.

 

Ss. Justa y Rufina de Sevilla, mártires (297).

 

Las Actas de las mártires, que forman parte del “Pasionaro Hispánico”, contienen muchos detalles históricos, por ejemplo, el nombre del obispo Sabino, quien enterró el cuerpo de Justa - su firma está al final de las actas del concilio de Elvira. También es interesante la mención de diosa Calambona, vinculada con el culto de Adonis[161]: gracias a las relaciones comerciales con el Oriente, los cultos sirios y fenicios estuvieron muy presentes en la Bética.

Las fuentes árabes hablan del templo en su honor en las afueras de Sevilla, así como en Toledo[162].

Según el Martirologio de Usuardo su memoria se celebra el día 19 de julio[163], pero en todos los calendarios hispanos el 17 de julio (la fiesta de Adonis en Siria se celebra entre el 17 y el 19  de julio).

 

19 de julio/1 de agosto.

 

Sta. Aurea, virgen y mártir (856).

 

Nació en una familia musulmana. Se hizo monja en el monasterio de Cuteclara donde permaneció más de 20 años. Bajo presión renunció al cristianismo, aunque lamentó esta renuncia y siguió practicando su fe. Tras descubrirse este hecho fue llevada a juicio por segunda vez, negándose a retractarse en esta ocasión. 

Su martirio es atestiguado por S. Eulogio de Córdoba[164].

 

20 de julio/2 de agosto.

 

S. Pablo de Córdoba, diácono y mártir (851).

 

Diácono, discípulo de S. Sisenando.

 

Su martirio es atestiguado por S. Eulogio de Córdoba[165].

 

21 de julio/3 de agosto.

 

S. Fortis de Astorga (931).

 

El sucesor de S. Genadio en la sede de Astorga. Recibió culto local, especialmente en los monasterios de San Pedro de Montes y San Pedro de Destriana, donde fue enterrado[166].

 

24 de julio/6 de agosto.

 

Ss. Víctor, Estercacio, y Antinogeno de Mérida (c. 303).

 

Sus nombres se encuentran en el Martirologio de Usuardo.

 

25 de julio/7 de agosto.

 

Invención de las reliquias del apóstol Santiago (813).

 

S. Teodomiro de Córdoba, monje y mártir (851).

 

Un monje de Carmona. Su martirio es atestiguado por S. Eulogio de Córdoba[167].

 

S. Cucufato, mártir (c. 305).

 

Prudencio menciona el nombre del mártir, no hay dudas de su historicidad[168]. Las Actas del mártir forman parte del “Pasionario Hispánico”. Están escritas, probablemente, en el siglo VIII sobre la base de una versión más antigua del siglo VII[169]. Probablemente, en la época antigua su culto se limitaba a las afueras de Barcelona, pero entre los siglos VIII y IX una parte de sus reliquias aparecen en la basílica de San-Denis de Paris, y su veneración se extiende en el norte de Galia[170]. En el lugar de la iglesia visigoda del siglo IX se construyó el monasterio San Cugat - el más grande en la actual Cataluña[171]. En 1835 el monasterio se cerró, y las reliquias del santo se llevaron a Sant Cugat del Rec, y más tarde a la cripta de Santa Maria del Mar en Barcelona, donde están ahora.

 

27 de julio/9 de agosto.

 

Ss. Jorge diácono, Aurelio, Sabigoto (bautizada Natalia), Felix y Liliosa de Córdoba, mártires (852).

 

Aurelio era un cristiano en secreto, nacido del matrimonio de un musulmán y una cristiana, quedando huérfano bajo la tutela de su tía. Se caso con Sabigoto, bautizada por su padrastro con el nombre de Natalia[172]. Los dos practicaron la fe en secreto. Conocieron a S. Eulogio, ayudando a los presos en las cárceles. El ejemplo de los SS. Juan (21 de agosto/3 de septiembre), y de Flora y María (24 de noviembre/7 de diciembre) les inspiró al martirio.

Felix, habiendo apostatado, y vuelto al cristianismo, también confesaba la fe en secreto con su esposa Liliosa. Jorge fue un monje de la Gran Laura de San Sábas durante 27 años, pidiendo limosna para el monasterio.

El martirio de los dos matrimonios y el diácono es atestiguado por S. Eulogio de Córdoba[173].

 

Ss. Juliana y Semproniana de Mataró, mártires (c. 305).

 

Según la tradición, discípulas de San Cucufato[174]. Sus reliquias, como la tradición de su martirio, se conservaron en el monasterio de Sant Cugat. Después del cierre del monasterio se trasladaron sus reliquias a Mataró, donde están ahora.

 

AGOSTO

 

1/14 de agosto.

 

S. Félix de Girona, mártir. (c. 304).

 

Prudencio menciona el nombre del mártir[175]. Las Actas del mártir forman parte del “Pasionario Hispánico”. La cercanía de Gerona a Narbona redundó en la difusión del culto del mártir en Galia más que en la propia España: en 455 consagran la iglesia del santo en esta ciudad. No obstante, tiene culto en España. S. Fructuoso le dedica un monasterio. También dos monasterios, dedicados a S. Feliz, aparecen cerca de Toledo. Al mártir le está dedicado el himno “Fons, Deum, vitae perennis”, probablemente escrito por S. Braulio de Zaragoza[176].

 

2/15 de agosto.

 

Sta. Centolla de Siero, mártir (s.III).

 

En Valdelateja (Burgos) existe una iglesia mozárabe dedicada a ella. El 13 de agosto de 1317 sus reliquias se llevaron a Burgos. Después del siglo XIV, aparece el nombre de otra mártir, Elena, en el narrativo de su martirio, pero tiene poca consistencia histórica[177].

Aunque se celebra ese día, según los calendarios mozárabes, el 2 de agosto[178], según los calendarios posteriores se celebraba el 4 y 13 de agosto[179].

 

6/19 de agosto.

 

Ss. Justo y Pastor de Alcalá de Henares, mártires (c. 304 ).

 

El primer testimonio del culto de los “santos niños” – es el poema de S. Paulino de Nola, donde se menciona la tumba de su hijo recién nacido cerca de la tumba de los mártires[180]. También Prudencio les da testimonio[181]. Sus Actas en el “Pasionario Hispánico”, son, probablemente, de la primera mitad del siglo VII[182].

A ellos dedica S. Fructuoso su primera fundación monástica en la “Tebaida Berciana” (en el lugar del monasterio ahora está el pueblo de Compludo)[183], y su fiesta, según su Regla, está precedida por un ayuno de 40 días[184].

Según S. Ildefonso, el descubrimiento de sus reliquias se lo debemos a su predecesor Asturio, el primer obispo de Complutum[185]. Con la invasión árabe llevaron las reliquias al norte de Aragón. Una parte de ellas se trasladaron a la catedral de Narbona hacia 1135, y la mayor parte - en el año 1514 a la iglesia de San Pedro el Viejo de Huesca. Otra parte la llevaron a la catedral de Alcalá de Henares en 1568[186]. Durante de la guerra civil las sacaron, astillaron el arca con martillos, pero las reliquias regresaron a la catedral[187].

 

SS. Esteban abad y 200 monjes del monasterio de Cardeña, mártires (s.IX-X).

 

Los historiadores no dudan de la historia de 200 monjes-mártires, que sufrieron en al monasterio, actualmente denominándose de San Pedro de Cardeña, aunque dos testimonios principales del siglo XIII - el epitafio en la pared del monasterio, y la Crónica del rey Alfonso el Sabio contienen errores. Los historiadores proponen los años de 834, 872, 934 o 953 como fechas de su martirio[188].

 

7/20 de agosto.

 

S. Felix de Toledo (fin del s. VII).

 

Reemplazó al arzobispo Sisberto de Toledo después del desembozo de la urdida contra el rey Egica. Participó en el XVI Concilio de Toledo (693), autor de Vita Sancti Iuliani. El calendario de Santo Domingo de Silos (LOE) indica su fiesta.

 

9/22 de agosto.

 

S. Pablo, obispo de Mérida (c.560).

 

Según las Vitas, doctor, nacido en Grecia, el primero entre los santos obispos emeritenses[189].

 

10/23 de agosto.

 

S. Lorenzo, archidiácono y mártir (258).

 

Según la tradición, nació en Osca (actual Huesca).

 

20 de agosto/2 de septiembre.

 

Ss. Leovigildo y Cristóbal de Córdoba, monjes y mártires (852).

 

Cristóbal era un monje del monasterio de S. Martín, y S. Leovigildo del monasterio de ss. Justo y Pastor, ambos en la sierra cordobesa.

Su martirio es atestiguado por S. Eulogio de Córdoba[190].

 

21 de agosto/3 de septiembre[191].

 

S. Juan de Córdoba, confesor (851).

 

Mercader cordobés, condenado por falso testimonio a latigazos y torturado en público, confesando su fe.

Su martirio es atestiguado por S. Eulogio de Córdoba[192].

 

Ss. Fabriciano y Filiberto, mártires (principios del siglo IV).

 

Aunque no hay datos sobre estos mártires, su culto en Toledo se celebra desde tiempo inmemorable[193].

 

26 de agosto/8 de septiembre.

 

S. Geroncio, obispo de Itálica (principios del siglo IV).

 

Según la tradición, obispo de Itálica, cerca de Hispalis (Sevilla). Su nombre se encuentra en varios calendarios mozárabes[194], confesor, según algunos de ellos[195]. Según el Martirologio de Usuardo, su memoria se celebra el día anterior, se dice que Geroncio murió estando encarcelado.[196].

El importante testimonio de su culto es el episodio de “Vita Fructuosi”, donde el santo visita el templo en honor del santo en Híspalis[197]. Aunque la tradición piadosa lo fecha en el siglo I, los historiadores lo sitúan a principios del siglo IV[198].

 

27 de agosto/9 de septiembre.

 

S. Osios, obispo de Córdoba, confesor (359).

 

Presidió el concilio de Nicea, luchador incansable contra el arrianismo. Aunque su memoria no se celebra por la iglesia Católica, su memoria en la iglesia Ortodoxa se celebra desde tiempo inmemorable.

 

S. Licerio, obispo de Couserans (548).

 

Nació en España, pero tiene más culto en Francia como S. Lizier. En España se conoce como el primer de obispo de Mérida, pero esta versión no es aceptada por los historiadores[199]. Su cráneo se guarda en Saint-Lizier.

 

S. Pimenio de Asidonia (Medina Sidonia) (segunda mitad del s. VII).

 

Participó en los concilios IV, VI y VII de Toledo[200]. La actas del XII Concilio de Toledo atestiguan el culto de sus reliquias[201]. El lugar donde reposaron las reliquias - villulae Aquis - probablemente es la ciudad de Chaves en Portugal (lat. Aquae Flaviae).

 

30 de agosto/12 de septiembre.

 

S. Osorio, monje (fin del s. X).

 

En España se le conoce como “conde santo”. Primo de San Rosendo. Después de la muerta de su esposa, fundó el monasterio de Lorenzano, donde murió, habiendo hecho la peregrinación a Tierra Santa. Recibió culto después de su muerte[202].

 

SEPTIEMBRE

 

10/23 de septiembre.

 

S. Pedro de Mezonso, obispo de Iria Flavia y de la Sede Apostólica (1003).

 

Es considerado como santo durante toda su vida. Según la tradición, Almanzor, habiendo tomado y destruido la ciudad en 997, no se atrevió a profanar el sepulcro del Apóstol, encontrando al santo y conversando con él. Аutor del himno “Salve Regina[203].

 

13 de septiembre.

 

S. Teodoredo de Beja (fin del s. VII).

 

Participó en el Concilio VIII de Toledo (646). El Antifonario de León (AL) indica su fiesta.

 

15/28 de septiembre.

 

Ss. Émila diácono y Jeremías de Córdoba, mártires (852).

 

Su martirio es atestiguado por S. Eulogio de Córdoba[204].

 

16/29 de septiembre.

 

Ss. Rogelio monje y Serviodeo de Córdoba, mártires (852).

 

Rogelio era un monje ya mayor, y Serviodeo - un joven peregrino desde Oriente, se convirtió en su discípulo. Difamaron el islam dentro de una mezquita y fueron decapitados.

Su martirio es atestiguado por S. Eulogio de Córdoba[205].

 

17/30 de septiembre.

 

Sta. Columba de Córdoba, virgen y mártir (853).

 

Hermana del abad Martín del monasterio de Tábanos, donde vivió con mucha austeridad. Atestiguo ante el juez su fe cristiana, difamando islam, y fue decapitada.

Su martirio es atestiguado por S. Eulogio de Córdoba[206].

 

19 de septiembre/2 de octubre.

 

Sta. Pomposa de Córdoba, monja y mártir (853).

 

Vivió en el monasterio de Peñamelaria. Se escapó del monasterio por la noche, y repitió el hecho y el martirio de S. Columba.

Su martirio es atestiguado por S. Eulogio de Córdoba[207].

 

Ss. Adolfo y Juan de Sevilla, mártires (825).

 

Dos hermanos hijos de un matrimonio mixto de musulmán y cristiana. El relato de su martirio, escrito por Esperaindeo, no se conserva.

Su martirio es atestiguado por S. Eulogio de Córdoba[208], sus nombres están en el Calendario de Recemundo.

 

20 de septiembre/3 de octubre.

 

S. Metopio de Britonia (I mitad del s. VII).

 

El calendario de Santo Domingo de Silos (LOE) hace referencia a la fiesta de Sancti Leonti, et obitus Metopi abbatis. Lo mas probable, es que es el obispo, quien participó en el Concilio IV de Toledo. La sede de Britonia corresponde probablemente a un lugar, que se llama Santa María de Bretoña, que también se llama A Pastoriza.

 

OCTUBRE

 

1/14 de octubre.

 

S. Virila, abad (c.X).

 

 Abad del monasterio de San Salvador de Leyre. Su nombre se encuentra en un documento del 928.  Hay testimonios de su culto en el siglo XI. Sus reliquias se conservan en el monasterio[209].

En la época tardomedieval apareció la leyenda sobre el sueño milagroso de S. Virila, que ha tardado 300 años. Aunque en Pamplona se celebra su memoria el 3 de octubre, según los calendarios más antiguos su memoria se celebra el 1 de octubre.[210].

 

Ss. Veríssimo, Máxima e Júlia de Lisboa, mártires (c. 303).

 

Sus nombres aparecen tanto en el Martirologio de Usuardo, como en el Calendario de Recemundo. Según Frabrega Grau, su Pasión en el “Pasonario Hispánico” fue compuesta, o a lo menos divulgada en una época anterior a mediados del siglo X[211].

Sus reliquias están en el Convento de Santos-o-Novo en Lisboa.

 

2/15 de octubre.

 

S. Saturio de Soria, ermitaño (ss. V-VI).

 

Aunque S. Saturio ha sido introducido en el Martirologio Romano solamente en 1743, hay testimonios de su culto incluso en el siglo XI[212]. Cerca de Soria esta la ermita del santo, que poseen sus reliquias, y su cabeza está en la concatedral de la ciudad.

 

5/18 de octubre.

 

S. Froilán, obispo de León (905).

 

La fuente principal sobe S. Froilán es su Vita, copiada por el diácono Juan en 920, 15 años después de su muerte[213]. Fundador da varios monasterios, en los últimos años de su vida - obispo de León. Entre sus discípulos - S. Atilano de Zamora.

Aunque la Iglesia Católica celebra su memoria el día 3 de octubre, sería mas correcto celebrar lo el día 5, siguiendo la tradición de la Iglesia de León[214].

A finales del siglo XI obispo Pelayo de Oviedo refiere a “San Froilán obispo”[215]. Sus reliquias están en el altar mayor de la catedral de León.

 

S. Atilano, obispo de Zamora (915).

 

Discípulo y colaborador de S. Froilán. Su canonización formal a finales del siglo XI es una de las primeras canonizaciones formales por la sede Apostólica[216].

Sus reliquias están en Zamora en la iglesia de S. Ildefonso.

 

8/21 de octubre.

 

S. Pedro de Sevilla, mártir (s. IX).

 

Como el nombre del mártir aparece solamente en el Martirologio de Usuardo, nos hace pensar que pertenece a la época mozárabe, y no hispano-romana[217].

 

13/26 de octubre.

 

Ss. Fausto, Jenaro y Marcial, mártires (principios del s. IV)

 

No hay duda, que los mártires son las “tres coronas de Córdoba” de los que habla Prudencio[218] , porque otras fuentes locales les llaman solamente “tres santos”[219]. “Vitas sanctorum patrum Emeretensium” habla de una iglesia en su honor cerca de Mérida[220]. También la iglesia en su honor donde guardaron sus reliquias la menciona S. Eulogio[221], Esta iglesia se convirtió en catedral cuando los cristianos perdieron la de S. Vicente[222].

Sus Actas en el “Pasionario Hispáncio”, como el himno en su honor «Gaudet caterva nobilis», son probablemente de los ss. VIII–IX[223], aunque algunos elementos pueden ser más antiguos[224].

 

16/29 de octubre.

 

S. Galderico (900).

 

Campesino, intercesor por los pobres, venerado como taumaturgo. Muy probable, que ha sido canonizado por el Concilio de Narbona en 990. Patrón de los campesinos catalanes. Sus reliquias se encuentran en la catedral de Perpignan y otras iglesias de Catalunya y sur de Francia[225].

 

20 de octubre/2 de noviembre.

 

Sta Irene de Santarem (s. VII).

 

La primera constancia de su culto se encuentra en el Antifonario de León. Es muy probable que el origen del nombre de la ciudad de Santarém en Portugal procede de su nombre.

 

22 de octubre/4 de noviembre.

 

S. Nancto, abad (c. 580).

 

Natural del norte de África, fundador de un monasterio cera de Mérida. Le veneraron como un santo durante de su vida, asesinado por los ladrones[226].

 

SS. Nunilo y Alodia, mártires (851).

 

Conocemos de su martirio por las Actas en el “Pasionario Hispánico” y las obras de S. Eulogio [227]. El lugar de su nacimiento y martirio es discutido. La mayor parte de los historiadores piensan que nacieron en Adahuesca cerca de Alquezar (Aragón), y sufrieron en Huesca, aunque propusieron siete posibles lugares de su nacimiento incluso Huescar a 154 km de Granada y al sur de España, cerca del actual Antequera[228].

Eulogio y “Pasionario” están de acuerdo de que sufrieron martirio en 851, aunque puede ser que lo sufrieran antes, posiblemente el 21 de octubre de 846.[229]

Al poco de su martirio trasladaron sus reliquias a San Salvador de Leyre. A proximidad se constituyó un convento en su honor[230]. El deseo de conseguir sus reliquias en varios lugares fue tan grande, que los monjes tuvieron que protegerse por una bula papal, otorgada el 25 de octubre de 1672, que prohibió la distribución de las reliquias[231]. Después de la desamortización de 1836, en 1862 se trasladaron a Adahuesca. En 1954 el monasterio se abrió nuevamente, y en 1979 las reliquias se devolvieron al monasterio[232]. Parte de ellas se encuentran en otros lugares, por ejemplo, en Santa María de Morada (País Vasco). El arca tallada de marfil está en el Museo de Navarra.

 

23 de octubre/5 de noviembre.

 

Ss. Servando y Germán de Cadiz, mártires (principios del s. IV).

 

Las Actas en el “Pasionario Hispánico” en su forma presente son del siglo VIII. En el siglo aparece una leyenda que los mártires fueron los hijos de S. Marcelo de León[233].

La aparición de sus reliquias ocurrió de la forma siguiente. Cerca de Alcalá de Gazules empezó una epidemia, y muchos buscaron salvación en los campos. Un hombre encontró una lápida con una inscripción extraña[234]. Después de algún tiempo empezaron las obras de excavación, y encontraron los cimientos de una iglesia visigoda, supuestamente, del siglo VII. Encontraron los restos de dos mujeres y un hombre, piezas de cerámica, y un envase con los restos de sangre. Uno de los cráneos llevaba señales de decapitación, y es probablemente de S. Servando[235]. Los descubrimientos se llevaron a la iglesia de Alcalá de Gazules, donde están conservadas hasta el día de hoy, aunque parte están en la catedral de Sevilla.

 

25 de octubre/7 de noviembre.

 

Ss. Frutos del Duratón y sus hermanos Valentín y Engracia, mártires (c. 715).

 

Según la tradición, vivió en Segovia, vendió sus propiedades, y se retiró a un lugar desierto en el río Duratón. Según la tradición posterior sus hermanos Valentín y Engracia se unieron a él. Después de su muerte huyeron de los árabes a Caballa, donde les mataron y donde se guardan sus reliquias.  En 1100 una parte de sus reliquias permanecieron en el lugar de su hazaña monástica, y en 1125 el resto se llevaron a Segovia[236].

Se conservan la ermita y los restos del monasterio.

 

28 de octubre/10 de noviembre.

 

Ss. Vicente, Sabina y Cristeta de Avila (fin del s. III).

 

No hay constancia de su culto antes del siglo IX, Garcia Rodríguez piensa que se trata de un culto local.[237]. Se conserva el himno a los mártires “Huc vos gratifice”, escrito antes de la invasión Árabe[238]. Después de la invasión Árabe, sus reliquias fueron llevadas al Norte de España, luego a la catedral de Burgos, y en los principios del siglo XXI las trasladaron a la basílica de S. Vicente en Ávila, donde están ahora[239].

 

29 de octubre/11 de noviembre.

 

Consagración de la basílica de Santa Leocadia[240] (618).

 

30 de octubre/12 de noviembre.

 

S. Oliba, obispo de Vic (1046).

 

Oliba incorporó la abadía de Ripoll en el año 1002. En 1008 es electo abad del Monasterio, luego también del Monasterio de Cuixá – los dos principales monasterios de la época en estas tierras. Se dedicó a construir iglesias: fundó el Monasterio de Montserrat, las catedrales de Manresa y Girona. La mayoría de los monasterios se administraban por sus discípulos, y hacían una peculiar hermandad espiritual. Contribuía al fortalecimiento de la cultura de monjes y  la educación. Gracias a su donación de una colección de 127 manuscritos nuevos la librería de la abadía de Ripoll se convirtió en una de las mejores de su época. Reconciliaba a los nobles que tenían enemistad, gracias a él “La Paz Divina” (“Pax et treuga Dei”) se distribuyó en las tierras de su diócesis en 1033. Es autor de un cuerpo literario significante, que en su mayor parte consiste de cartas y versos. Padre espiritual de la Cataluña moderna, la Universidad en Barcelona llevando su nombre[241].

 

31 de octubre/13 de noviembre.

 

Ss. Claudio, Victorico y Luperco de León (ss. III-IV).

 

Aunque las fuentes visigodas guardan silencio sobre su martirio, antes del s. X en León había un monasterio en su honor. Probablemente, Valerio de Bierzo habla de este monasterio tres siglos antes[242]. Los calendarios mozárabes indican varias fecha de su memoria: 31 de octubre[243], 30 de octubre[244], o 19 de abril[245]. Aparte, el Martirologio Jeronimiano indica el día 20 de marzo como su fiesta.  

 

S. Odoario de Lugo (786).

 

Según la tradición, del origen africano, y se refiere como “Odoario el Africano”. Restauró la sede de Lugo. Al está dedicado el acróstico del ss. X-XI en la catedral de la ciudad, que le glorifica como “luz del amanecer, resplandor de Iberia, sol y decoro del santo Episcopado”[246].

 

NOVIEMBRE.

 

1/14 de noviembre.

 

S. Hermenigildo, príncipe y mártir (585).

 

Hijo del rey visigodo Leovigildo, ejecutado por rechazar recibir la Eucaristía de manos del arzobispo ariano el 13 de abril de 585, día del Pascua. La historia esta popularizada por Gregorio el Grande[247].

 

3/16 de noviembre.

 

S. Gaudiozo, obispo de Tarazona (541).

 

Según la tradición, discípulo de san Victoriano, luego obispo de Tarazona. Visitando el monasterio, enfermó y murió en un pueblo cercano[248].

 

S. Pimenio, ilustrador de Alemania (753).

 

Aunque en el Occidente con frecuencia se refiera como “Pirminio”, J. Perez de Urbel concluye que se llamaba Pimenio. Se fue desde España tras la conquista árabe. Su única obra conservada “Liber de singulis canonicis scarapsus” muestra su conocimiento de las obras de Isidoro de Sevilla, Martin de Braga, Ildefonso y Juliano de Toledo.

En 724 fundó la abadía de Reichenau en el lago de Constanza, en 727 - la de Murbach en Alsacia, en 742 - la de Hornbach, donde fue enterrado. No se sabe si tuvo una sede, probablemente, sirvió como obispo en la ciudad de Castellum Meltis[249]. Recibió el culto desde los finales del siglo VIII[250].

 

S. Ermengol, opispo de Urgel (1035).

 

Arcediano, y, luego, obispo de Urgel (1100-1035). Defendió los pobres en los juicios frente de la nobleza. Favoreció la construcción de iglesias,  puentes y caminos. Murió durante de la construcción del puente de Pont de Bar. Hay testimonio de su culto desde tan pronto como 1042, y desde1070 aparecen tempos dedicados a el.[251].

Su nombre aparece en el Martirologio Romano, y sus reliquias se conservan en la ciudad de Urgel.

 

4/17 de noviembre.

 

Traslado de las reliquias de S. Zoilo (I mitad del s. VII).

 

El “Pasionario Hispánico” contiene el relato de este evento, celebrado en el Calendario de Recemundo.

 

7/20 de noviembre.

 

S. Álvaro de Córdoba (c. 861).

 

Cristiano de origen judío, biógrafo de S. Eulogio, con quien estudio bajo la instrucción de S. Esperaindeo, aunque nunca fue ordenado sacerdote. Autor de varios tratados, himnos y cartas[252].

 

11/24 de noviembre.

 

S. Vicente de Zaragoza, mártir (304 ).

 

Si duda, el mártir más conocido entre los santos de la península ibérica, que tuvo culto en todo el universo cristiano. Le exaltaron Prudencio, Venancio Fortunato y S. Paulino de Nola, S. Agustín le dedica cinco homilías.

Sus reliquias se trasladaron a Valencia desde Sagunto, donde según Prudencio, le enterraron.

Después de la invasión Árabe sus relicarios aparecen en sur de Francia, Portugal y sur de Italia.

En el s. V las catedrales de Sevilla y Córdoba le fueron dedicadas. Entre los ss. V y VI en otras ciudades europeas también aparecen iglesias dedicadas al santo[253].

La procesión con la túnica del mártir salvó Zaragoza de la invasión de los francos.  Childeberto y Clotario vuelven desde su campaña con la estola del mártir, habiendo fundado para su veneración el monasterio en el honor de la Santa Cruz y S. Vicente - actual iglesia de Saint-Germain-des-Près.[254]. En Francia en las tierras, que pertenecen al monasterio, se construyeron iglesias en su honor[255].

Una de las imágenes más antiguas suya, en el mosaico de Sant' Apollinare Nuovo en Ravenna figuran S. Vicente y Sta. Eulalia como los únicos santos españoles.

Su memoria según todos los calendarios, incluso el de Carmona, se celebraba 22 de enero.

 

S. Vicente de Bierzo (c. 925).

 

Fue elegido abad de San Pedro de Montes después de la ordenación episcopal de S. Genadio. Recibió culto en el monasterio, donde guardaron sus reliquias en el altar[256].

 

12/25 de noviembre.

 

S. Millan de la Cogolla, abad (574).

 

Vita Aemiliani” escribió S Braulio, obispo de Zaragoza entre 585-651[257], sobre los años 639–640 - unos 66 años después de su muerte.[258] Una pequeña comunidad agustina continua la vida monástica en el monasterio, que consta de dos partes - Yuso y Suso. también en las cercanías del monasterio esta la cueva donde el santo vivió 40 años como ermitaño.

En 1973 A. Ubieto escribió sobre el monasterio: “antes de 9547 no existe noticia histórica sobre la comunidad de monjes”[259]. Pero en el mismo año otro historiador ha llegado a una conclusión distinta, habiendo publicado el informe sobre las excavaciones de 1970-1973, y probando la existencia de la iglesia anterior. Obviamente, la vida monástica después de la muerte del santo hasta la consagración de la iglesia superior en 959 no se interrumpió. Según los calendarios de los siglos X–XI, su memoria se celebra el 12 de noviembre. También su nombre se encuentra en los calendarios más antiguos[260].

 

13/26 de noviembre.

 

Ss. Arcadio, Pascasio, Probo, Eutiquiano y Paulillo, mártires (437).

 

Sufrieron durante del reino del rey Genserico en el norte de África. Los hechos están descritos en la “Cronica” de Próspero de Aquitania[261]. Se cree que sus reliquias están en Medinaceli, donde las trasladaron en el siglo VII, y las incorporaron en el beaterio de San Román en 1581[262].

 

S. Eugenio, arzobispo de Toledo (657).

 

Sabemos de su vida gracias a S. Ildefonso, su sucesor en la sede toledana, y quien le dedica el ultimo XIII capítulo de “De Viris Illustribus”. También se conserva su correspondencia con S. Braulio, actas de los concilios en que participó, y sus propias obras, incluso 102 poemas.

Nació poso después de 600. En Zaragoza fue instruido por Braulio en el monasterio de Santa Engracia. Con la elección de Braulio como obispo de Zaragoza, fue ordenado como arcediano.

 Cuando murió su homónimo, obispo de Toledo, fue nombrado por Chindasvinto como su sucesor, a pesar de la resistencia de Braulio. Su firma consta en las actas de los VII (646), VIII (653), IX (655) y X (656) concilios de Toledo. Desempeñó su cargo en Toledo desde 646 hasta su muerte en 657; le enterraron en la basílica de Sta. Leocadia. Aunque su culto formal empieza en 1613, hay testimonios de su culto en la época anterior[263].

En la memoria litúrgica se le confunde a veces con el otro Eugenio de Toledo - personaje legendario, según la tradición piadosa, discípulo de Dionisio Areopagita. Parece que la leyenda apareció entre los siglos VIII y IX, su nombre aparece en el Martirologio de Usuardo. En España se le conoce solamente en 1148, cuando Raimundo, arzobispo de Toledo vio en Saint-Denis una tumba con la inscripción “Beati Eugenii toletanii archiepiscopi corpus”. En 1165 entregaron su brazo derecho a Toledo, y en 1565 todas las reliquias[264]. Es posible, que sea cierto que fueran de S. Eugenio, arzobispo de Toledo. y se trasladaran a la Galia durante la invasión Árabe.

 

14/27 de noviembre.

 

Sta. Trahamunda, virgen (s. VIII).

 

Según la tradición, nació en la actual San Martín (o San Martiño). Secuestrada del convento por los árabes, y, según la misma tradición, se salvó milagrosamente. Probablemente, Trahamunda no es un nombre propio, sino adjetivo, que procede «d outro mundo»[265]. Su sarcófago vacío se conserva en el monasterio de Poio (Pontevedra).

 

18 de noviembre/1 de diciembre.

 

Ss. Acisclo y Victoria (s.III).

 

El testimonio más antiguo de Acisclo es de Prudencio[266]. Eulogio de Córdoba habla de la iglesia en el honor del mártir en Córdoba, donde guardaron sus reliquias[267]. Los primeros testimonios de este templo son del siglo VI.[268] Las antiguas inscripciones dedicatorias hablan solamente del Asisclo: la más antigua es de  630, otra, probablemente, es de 688–693, y otros dos de los ss. IX–X.[269], Oracional de Tarragona  de los ss. VII–VIII solamente menciona el nombre del mártir[270], tanto como Antifonario de Leon.

El Martirologio Jeronimiano cuyo corpus principal pertenece al siglo VI, y el Calendario de Recemundo hablan solamente de Acisclo. Hay una hipótesis de que la memoria de la santa la celebraran el 17 de noviembre - hay una laguna en el manuscrito ese día[271]. El nombre de Victoria, junto con Acisclo , aparece por primera vez en el Martirologio de Lyon”de los principios del siglo IX.[272] El relato de su martirio, dentro del “Pasionario Hispánico” se incorporó supuestamente, en el siglo X[273].

Los historiadores dudan de la historicidad de Victoria porque su figura aparece muy tarde y su passio es una repetición de passio de S. Cristina[274]. Se sospecha que es una mártir africana, “nacionalizada” por los españoles[275], o apareció por la identificación de su nombre con la victoria del martirio[276], o es una santa oriental homónima, cuya memoria, según el Martirologio Jeronimiano” también se celebraba el 18 de noviembre[277].

Según algunos calendarios, la memoria de S. Acisclo es el 17 de noviembre[278], pero sería más lógico basar su fiesta en el Calendario de Recemundo, reflejando el calendario local.

Las reliquias del santo estuvieron en varias iglesias de España y Francia. Durante los eventos dramáticos de los siglos XIX–XX muchos relicarios se perdieron, el mayor parte está en la iglesia parroquial de Breda (Girona), y también en la basílica Saint-Sernin de Tolosa.

 

S. Eladio, arzobispo de Toledo (633).

 

Ildefonso habla de su “su santidad constante y evidente” ye le encarece por su caridad[279]. Aunque, según el Martirologio Romano, su memoria se celebra el 18 de febrero, es más razonable celebrarlo el día de su fallecimiento (18 de noviembre), según el antiguo episcopologio Toledano[280].

 

Solemnidad de Santa María.

 

Fiesta establecida en el X Concilio de Toledo (656), porque la fiesta de la Anunciacion puede caer en la Cuaresma o coincidir con la Pascua[281]. Se encuentra en todos los calendarios mozárabes.

 

20 de noviembre/3 de diciembre.

 

S. Crispín, obispo de Ecija y mártir (s. III)

 

Según algunos calendarios mozárabes, incluso el Calendario de Recemundo, su memoria se celebraba el 20 de noviembre, pero según el Martirologio de Usuardo, y los calendarios occidentales posteriores  el 19 de noviembre[282].

 

SS.Geroncio, Sofronio, Citonato y Aselo (fin del s. VI).

 

Según la Vita de San Millán, ellos fueros sus discípulos. En el arca relicario de S. Millan están representados como santos.

 

21 de noviembre/4 de diciembre.

 

Traslación de las reliquias de S. Fruto a Segovia (1466).

 

22 de noviembre/5 de diciembre.

 

Sta. Tigridia, abadesa de Oña (c. 1033).

 

La primera abadesa del convento de San Salvador de Oña, fundado en 1011 por sus padres - Sancho y Urraca. En el convento la veneraron como una santa[283].

 

24 de noviembre/7 de diciembre.

 

Ss. Flora y María de Córdoba, mártires (851).

 

Las dos mártires nacieron en el seno de familias mixtas. El hermano de Flora la denuncio al juez.  Después de haber sido azotada y rapada, la pusieron en libertad. En la basílica de San Acisclo conoció a María, hermana de S. Walabonso (7/20 de junio). Manifestaron su fe ante el juez voluntariamente, en la cárcel conocieron a S. Eulogio, quien las animo a perseverar, saliendo en libertad 5 días después de su martirio.

Su martirio es atestiguado por S. Eulogio de Córdoba[284]. También se encuentran sus nombres en el Martirologio de Usuardo.

 

26 de noviembre/9 de diciembre.

 

S. Beato de Liébana, monje (c. 798)

 

El monje del actual monasterio santo Toribio de Liébana, luchador contra el adopcionismo, extendido en esta época en la población mozárabe en el norte de España. Autor de Commentarium in Apocalypsin, que existe en más de 30 manuscritos iluminados de los ss. X–XI. Le veneraron como santo después de su muerte[285].

 

27 de noviembre/10 de diciembre.

 

Ss. Facundo y Primitivo de León, mártires (s. IV)

 

El testimonio más antiguo de su culto es la inscripción dedicatoria en la iglesia en Acci, (actual Guadix) en 652.[286] Un templo en su honor fue construido por los monjes en la actual Sahagún   en el lugar de su martirio en 872. La ciudad empezó por el monasterio; Sahagún procede de San Facundo[287]. Las reliquias están en la catedral de Sahagún.

 

 

DICIEMBRE

 

1/14 de diciembre.

 

Ss. Domingo de Zamora y sus compañeros, 18 mártires (c. 942).

 

Según la tradición, nació en Zamora en una familia de árabes, convertidos al cristianismo. Cautivado y ejecutado en Córdoba. En 1236 sus reliquias se trasladaron a Zamora, hoy día están en  la ermita de Nuestra Señora de la Peña[288].

 

5/18 de diciembre.

 

S. Juan Gradenigo (1016).

 

Compañero de los ss. Romualdo y Pedro Orseolo en Cuixa. Tiene culto antiguo en Italia[289].

 

9/22 de diciembre.

 

Sta. Leocadia de Toledo, mártir (c. 304).

 

Las Actas del “Pasionario Hispánico” están escritas después de 592 - la mención de Bizancio ha sido relevante solamente durante del dominio bizantino de la costa levantina. Sus Actas constan en las de Vicenta, Sabina y Cristeta, de Felix, de Cucufato, de Eulalia de Barcelona, de los mártires de Zaragoza, de Justo y Pastor - en todas aparece el nombre de Daciano, que fuera conocido solamente por la Actas de Vicente en los siglos V–VI. Probablemente, trasladaron su nombre a las Actas posteriores[290]. Probablemente, nunca existió y es solamente una corrupción del nombre de“Diocletiano”[291].

 

Se sabe que en el lugar de su enterramiento en 618 Sisebuto construyo el templo Sisebuto[292], donde se celebraron los IV, V, VI и XVII concilios de Toledo. Allí enterraron a los arzobispos Eugenio, Ildefonso y Julian. La Vita de s. Ildefonso contiene la descripción de sus reliquias en el siglo VII[293]. Durante la dominación Árabe destruyeron la iglesia, pero la lápida, indicando el lugar del enterramiento de Sta. Leocadia, todavía se preserva en la iglesia de Cristo de la Vega. La parroquia de Santa Leocadia está construida en el lugar donde estuvo su casa según una tradición muy tardía.

 

En el siglo VIII sus reliquias se trasladaron a Oviedo, sonde se conserva su cripta debajo de la Cámara Santa. En el siglo XI, durante el reino de Alfonso VI sus reliquias se trasladaron a la abadía de Saint-Ghislain en Flandes, haciendo el camino a Toledo 26 de abril de 1587. Ahora reposan en el Ochavo de la catedral.

 

10/23 de diciembre.

 

Sta. Eulalia de Mérida, mártir (c. 304).

 

Santa Eulalia y San Vicente - sin duda, son los dos mártires más importantes de la España antigua. Los testimonios más antiguos son el himno de Prudencio y las Actas del “Pasionario Hispánico” del fin de s. VII — principios del s. VIII[294]. Hay varias monografías dedicadas a ella[295] y artículos mucho más numerosos. Su veneración en su ciudad natal se mantiene.  La ”Asociación de la Mártir Santa Eulalia” publica una revista, con artículos dedicadas a su historia y su culto, por ejemplo, como “Santa Eulalia y el ferrocarril”[296].

Idacio habla de ella describiendo la invasión de los vándalos a la península ibérica[297]. Isidoro de Sevilla explica la defensa de la ciudad de los ejércitos de Teodorico[298].

Un testimonio de la importancia que tiene Sta. Eulalia para la Mérida visigoda es “Vitas Sanctorum Patrum Emeretensium”. Pero su culto ha trascendido lejos de España. Dedicaron una iglesia en su honor en la actual Francia en 455[299] Junto con otras mártires su imagen aparece en el mosaico de Sant' Apollinare Nuovo en Ravenna.. San Gregorio de Tours en el siglo VI habla de procesiones en su honor, diciendo que el día de su memoria tres arboles situados cerca de sudicenterramiento    exhalaron aromas y brotaron con flores[300]. S. Agustín le dedica una homilía[301], Y S. Beda el Venerable habla de Sta. Eulalia como quien «resistió en la boca ardiente del horno»[302].

Hay importantes testimonios arqueológicos de su culto. Prudencia habla del altar construido en el lugar de su enterramiento. Se supone que el cementerio cristiano surgió alrededor de su tumba[303]. En la mitad del siglo IV construyeron un martyrium,  y entre 429 y 530 una basílica, reconstruida entre 560–570 (según “Vitas Sanctorum Patrum Emeretensium”) destruida cerca del siglo IX y otra vez reconstruida en 1229.[304] En 1612 cerca de la basílica construyeron el «hornito» en el supuesto lugar de su martirio, utilizando fragmentos del templo romano.

En el siglo VIII llevaron sus reliquias a Pravia, y en la época del Alfonso VIII a Oviedo, donde están ahora en la capilla de la catedral.

 

11/24 de diciembre.

 

S. Dámaso, papa de Roma (384).

 

Según el “Liber Pontificalis”, el ha sido de origen hispánico (“Damasus natione Hispanus“),  aunque creció en Roma.

  1. Dámaso ha sido el patrón e s. Jeronimo, bajo su presidencia se aceptaron el canon de las Sagradas Escrituras en el Concilio de Roma en 382. Luchador contra el arrianismo, defensor del primado del obispo de Roma como sucesor de apóstol Pedro. Inició obras de restauración y reconstrucción en les catacumbas y en la basílica de S. Pedro en Roma. Autos del tratado “Expositio Fidei” y varias epigramas, dedicadas a los mártires, también se conserva 10 epístolas suyas. Sus virtudes están alabadas por Theodoreto de Ciro[305].

 No hay dudas de su culto en la Iglesia antigua. El Martirologio de Usuardo testifica su memoria litúrgica. Durante del pontificio de Adriano I (772-795) se trasladaron sus reliquias en la iglesia de S. Lorenzo, en en el siglo siguiente escribieron sobre esta iglesia: “ecclesia beati Laurentii martyris in qua requiescit sanctus Damasus papa”[306].

 

SS. Pablo (560) y Masona (605), obispos de Mérida.

 

Protagonistas de “Vitas Sanctorum Patrum Emeritensium”.

Masona le recuerda como taumaturgo, así como luchador contra el arrianismo.

Recibieron culto en Mérida desde el siglo VII. Con las reliquias de S. Pablo le dedicaron la iglesia de S. Sebastian de la Morera, construida probablemente entre los siglos IX y X, pero probablemente en la segunda mitad del siglo VII.  Manuscritos medievales de Silos y San Millán de la Cogolla contienen oraciones a los dos obispos. Las reliquias de Masona se conservaron en Silos también[307].

 

15/28 de diciembre.

 

S. Urbicio, ermitaño (802).

 

Nació en la actual Burdeos, en 731 fue hecho prisionero de por los árabes. Se custodian las reliquias de ss. Justo y Pastor en un lugar desierto (actual Nocito) cerca del actual Huesca en Aragón. Allí conservaron sus reliquias incorruptas hasta que fueron quemadas por los republicanos el 17 de octubre de 1936[308].

 

17/30 de diciembre.

 

S. Dunila (Esteban en profesión monástica) (c. 945).

 

Le conocemos gracias al synaxarion de la iglesia de Constantinopla, publicado por la primera vez en 1909.

Dunila (según el manuscrito, Dunala) fue el gobernador de la isla Saltés cerca de Huelva. Según el synaxarion, hace una peregrinación a Roma - probablemente como el interlocutor entre Abderraman III con el Papa y patriarcas orientales. Recibió su profesión monástica del papa Agapito III, despues se fue a Constaninopla, donde fue recibido por los emperadores Constantino VIII y Romano. Durante de su peregrinación a la Tierra Santa se fue a Egipto, donde fue capturado por el emir, quien le demandó a renunciar su fe.  Después de seis meses de cárcel y torturas murió.

 

20 de diciembre/2 de enero.

 

Sta. Ilduara, monja (946).

 

La madre de S. Rosendo. Habiendo quedado viuda, fundó el monasterio, actualmente conocido como de Santa María de Villanueva, donde la abadesa fue su hija Adosinda[309].

 

23 de diciembre/5 de enero.

 

S. Vintila, monje (890).

 

Monje gallego con culto local. Enterrado en la parroquia de Santa María de Punxín[310].

 

31 de diciembre/13 de enero.

S. Franquila, abad (s. X).

 

Primer abad del monasterio de San Salvador de Celanova, fundado por San Rosendo en 934. Según la tradición, sus reliquias produjeron santa mirra incluso después de su traslado a Portugal.[311].

 

[1] Rom. 15. 24.

[2] Martin Hernandez, F. Martín de la Hoz, J.С. Historia de la iglesia en España. Madrid, 2009. P. 10.

[3] Breviarium apostolorum (Bibliotheca Hagiographica Latina 652). В: Analecta Bollandiana. 1. 1963. Рp. 89–116.

[4] Actas 12, 2.

[5] Adversus haereses. 1.10.1-2.

[6] Aduersus Iudaeos 7. 4. Ed. Tränkle, H. Q. S. F. Wiesbaden, 1984.

[7] El Concilio de Elvira y su tiempo. Еd. Sotomayor, M., Fernández Ubiña, J. 2005. Р. 183 ff.

[8] Veáse: Zosimus. Historia nova. 2. 29. 3.

[9] Esos acontecimientos los cuenta San Gregorio Magno: Dialogorum 3. 31.

[10] Jiménez Gonzalo, C. San Saturio, historia y arte. Soria, 1983. Tmbn. Aldea Chacobo, F. San Saturio. Soria, 1996.

[11] Martínez Tejera, A.M. La realidad material de los monasterios y cenobios rupestres hispanos (siglos V–X). В: Monjes y monasterios hispanos en la Alta Edad Media. Сoord. por García de Cortázar y Ruiz de Aguirre, J.A. y Teja, R. Palencia, 2006. P. 76 ff.

[12] Texto latino y traducción al español de las cartas: Santos Padres Españoles. Т. II: San Leandro, San Isidoro, San Fructuoso. Reglas monásticas de la España visigoda. Los tres libros de las “Sentencias”. Madrid, 1971.

[13] García Moreno, L. A. Los monjes y monasterios en las ciudades de las Españas tardorromanos y visigodas. В: Habis. 1993. № 24. Рp. 179–192.

[14] El texto del sermón y la intoducción: Anecdota wisigothica. Т. I: Estudios y ediciones de textos literarios menores de época visigoda. Ed. Díaz y Díaz, M. C. Salamanca, 1958. Рp. 71–87. Ver tmbn: Domínguez del Val, U. La homilía “De monachis perfectis”, un tratado de teologia sobre la vida monástica. В: Bivium: Homenaje a Manuel Cecilio Díaz y Díaz. Madrid, 1983. Рp. 55–62.

[15] Vita Eulogii. 2. 6–7. Corpus scriptorum muzarabicorum. Ed. Gil, I. Vol. I. Madrid, 1974.

[16] Jn. 20. 7.

[17] Rodríguez-Picavea Matill, E. La Corona de Castilla en la Edad Media. Madrid, 2000. Рp. 15–18; Riu Riu, M. El papel de los monasterios en la sociedad y la economía de la Alta Edad Media hispana. Semana de historia del monaquismo Cantabro-Astur-Leones. Oviedo. 1982. Рp. 15–33; Rodríguez González, J. El monacato mozárabe en el reino astur-leonés. В: Historia 16, Nº 225, 1995, Рp. 36–43.

[18] Más detalles sobre él y la Iglesia de San Miguel de Escalada: Martínez Tejera, A. M. San Genadio: cenobita, obispo de Astorga y anacoreta (¿865–936?). В: Argutorio. 2003. № 11. Рp. 20–22, Martínez Tejera, A. M. La iglesia de Peñalba de Santiago (El Bierzo, León). El santuario de un héroe espiritual de los siglos IX y X. В: Argutorio. 2011. № 26. Рp. 42–48.

[19] Vives, J. Inscripcionés cristianas de la España romana y visigoda. Barcelona, 1942.

[20] Vita B. Petri Urseoli, ducis Venetiarum y Dalmatiarum. В: Acta Sanctorum ordinis sancti Benedicti. Mabillon, J. Venezia, 1733. Vol. VII. P. 847.

[21] Estudio sobre el: Tolra de Bordas,  H. Saint Pierre Orséolo, doge de Venise puis bénédictin du monastère de Saint-Michel de Cuxa en Roussillon (Conflent): sa vie et son temps (928-987). Paris, 1897. También v. Gozos del glorioso San Pedro Urcéolo, Confesor Dux de Venecia y Rey de Dalmacia, después monje benedictino del Monasterio de San Miguel de Cuxá, en el Rosellon, de la Congregación Tarraconense: su fiesta en 11 de Enero. Barcelona, 1877.

[22] Ordeig i Mata, R. La documentació del monestir de Cuixà referent a Oliba i als anys del seu abadiat. В:  Cahiers de Saint-Michel de Cuxa. Le monde d'Oliba: arts et culture en Catalogne et en Occident (1008-1046). Vol. XL. Codalet, 2009. P. 50.

[23] Vives, J. Inscripciones cristianas de la España romana y visigoda. Barcelona, 1942. 284.

[24] Epitaphium Victoriani abbatis monasterii Agaunensis. Patrologia Latina. Ed. Migne, JP. Paris, 1841-1855. 88163B.

[25] Fernandez de Heredia, J.F. Oracion panegyrica historial a la vida y hechos de San Victorian, eremita y abad. Madrid, 1676.

[26] Mundó Anscari, M. Nazari. En: Gran Enciclopedia Catalana. Barcelona, 1977. vol. X. P. 470.

[27] Lemarié, J. Le sanctoral de Saint-Michel de Cuxa. En: Litúrgica, 3. 1966. P. 88.

[28] Memoriale sanctorum II, 9.

[29] LOE, Hor, Com, Etym, ММ. La memoria del 6 de marzo está repetida en los últimos dos calendarios.  

[30] Colbert, EP. Fulgentius. St. En: New Catholic Encyclopedia. Washington, DC.  Vol. V. P. 773.

[31] Fernández Alonso, J. Fulgenzio. En: Bibliotheca Sanctorum. Roma, 1964. Vol.V. P. 1302.

[32] Guàrdia, J. San Fructuoso, padre, pastor, mártir. Barcelona, 2001. P. 17.

[33] Vives, J. La necrópolis romano-cristiana de Tarragona. En: Analecta sacra tarraconensia: Revista de ciències historicoeclesiàstiques. Nº 13, 1937. P. 47.

[34] Sons, S. Hallan la tumba vacía de san Fructuoso en la antigua Tabacalera de Tarragona. En: La Vanguardia. Nº  47796. 20.10.14. P. 42.

[35] Rivera Recio, J. F.  San Ildefonso de Toledo: biografía, época y posteridad, Madrid-Toledo, 1985. P. 243.

[36] V: Alonso Morales, M. Historia de las reliquias de San Ildefonso (Toledo-Zamora). En: Toletana: cuestiones de teología e historia, Nº 16. 2007. Pp. 221-253.

[37] Codina, J. R. Ansurio. En: Diccionario de historia eclesiástica de España. Instituto Enrique Flórez. Madrid, 1973. Vol. I. P. 69.  Cf. Gil Atrio, C. Santos gallegos. Orense, 1968. P. 179.

[38] Fernández Alonso, J. Emerio. В: Bibliotheca Santorum. Vol. IV. P. 1167.

[39] Peristephanon 11.

[40] 4.3-9.

[41] De Viris Illustribus 21.

[42]Fábrega Grau, A. Pasionario hispánico (siglos VII–XI). Monumenta Hispaniae sacra., Serie litúrgica; 6.

Madrid, 1953–55. Vol. I. Pp. 108–119.

[43] García Rodríguez. El Culto …  Pp. 299–300; Castillo Maldonado, P. Los mártires hispanorromanos y su culto en la Hispania de la Antigüedad Tardía. Granada, 1999. P. 148

[44] García Rodríguez. El Culto …  Pp. 291-292.

[45] Díaz y Díaz, C.M. Beato de Liebana. En: Diccionario de historia eclesiástica de España. Instituto Enrique Flórez. Madrid, 1973. Vol. I. P. 201.

[46] Santa Marta de Tera. Monasterio e Iglesia, Abadía y Palacio. Regueras Grande, F. Benavente, 2005. Pp. 35-36.

[47] Quintana Prieto, A. Marta. En: Bibliotheca Sanctorum. Rome, 1967. Vol. VIII. P. 1203.

[48] Ed. critica y traducción: Díaz y Díaz, M.C.  Valerio del Bierzo: su persona, su obra. León, 2006.

[49]  Ed. critica y traducción: Ordoño de Celanova. Vida y milagros de San Rosendo. La Coruña, 1990.

[50] Andrade Cernadas, J.M. San Rosendo y el monacato auriense del siglo X. En: Rudesindus. El legado del Santo. Celanova, 2007. P. 22.

[51] González García, M.A. El culto a San Rosendo y la creación del "tesoro de Celanova" en la Edad Media. En: Rudesindus. El legado del Santo. Celanova, 2007. Pp. 158-159.

[52] Hernández Figueiredo, J.R. San Rosendo: Obispo de Mondoñedo, fundador de Celanova y pacificador de la Gallaecia. Madrid, 2007. Pp. 188-191.

[53] Ferreiro López, A. Algunos rasgos de la vida de san Manilán, abad de Celanova. En: Compostellanum. № 5. 1960. Pp. 231-7.

[54] Peristephanon, I y VIII.

[55] De gloria martyrum I 92, PL 71, 786.

[56] Fábrega Grau, A. Pasionario hispánico (siglos VII-XI). Monumenta Hispaniae sacra., Serie litúrgica; 6. Madrid, 1953-55. Vol. I. P. 121. González Blanco, A. Bibliografía sobre los Santos Mártires calagurritanos Emeterio y Celedonio. En: Kalakorikos: Revista para el estudio, defensa, protección y divulgación del patrimonio histórico, artístico y cultural de Calahorra y su entorno. 1998. № 3. Pp. 274–275.

[57] Fábrega Grau. Pasionario. Pp. 121–122.

[58] Odriozola, F. Emeterio y Celedonio. En: Diccionario de los Santos. Еd. Leonardi,  C., Riccardi, A., Zarri, G. Madrid, 1998. Vol. I. Pp. 682-683.

[59] Sobre la distribución de las reliquias de los santos en España: González Celada J. Las reliquias de los santos Emeterio y Celedonio, mártires en Calahorra y su dispersión en España. En: Kalakorikos. 2009. № 14. Pp. 389–410.

[60] Com, Etym.

[61] De Viris Illustribus 106.

[62] Gil Fernández, I. Corpus Scriptorum Muzarabicorum. Madrid, 1973. Vol. I. Vol. I. P. 361.

[63] España Sagrada. Florez, E. et al. Madrid, 1792. Vol. X. Pp. 465-471.

[64] Berault-Bercastel, Antoine-Henri. Historia general de la Iglesia desde la predicación de los apóstoles, hasta el pontificado de Gregorio XVI. Madrid, 1852-1854. Vol. II. P. 149.

[65] Vives, J. Vicente. En: Diccionario de historia… Vol. IV. P. 2750.

[66] Domínguez del Val, U. Leandro de Sevilla y la lucha contra el arianismo. Madrid, 1981. Pp. 118-119.

[67] Cord, LOE, Com, Etym, FrXI, MM.

[68] Apol. 21-35.

[69] Vita Eulogii 4-5.

[70] Sus obras: Martini Episcopi Bracarensis Opera Omnia. New Haven, 1950.

[71] Domínguez del Val, U.D. Martin de Braga. En: Diccionario de historia… Vol. III. Pp. 1429-1430.

[72] Domínguez del val. Historia. T. IV. Р. 76.

[73] Com, Etym.

[74] V.XIV.

[75] España Sagrada. Florez, V. Vol. XIII. Madrid, 1816. P. 212.

[76] Cord, Scor2, Scor 1, LOE, Com, FRXI.

[77] de Gaiffier, B.  Le culte de saint Isidore de Séville. Esquise d'un travail. En: Isidoriana. León,1961. Pp. 273-274.

[78] La Divina Comedia X.131.

[79] Quintana Prieto, A. Urbano. En: Bibliotheca Sanctorum. Rome, 1967. Vol. XII. P. 836.

[80] La vida de San Fructuoso de Braga. Estudio y edición crítica: Díaz y Díaz M.C. Braga, 1974.

[81] Santos Padres Españoles. Т. II: San Leandro, San Isidoro, San Fructuoso. Reglas monásticas de la España visigoda. Los tres libros de las «Sentencias». Madrid, 1971.

[82] PL 87; 1129.

[83] PL 80; 690.

[84] Monumenta Germaniae Historica, Epist. vol. III. Berlin, 1892. P. 688.

[85] Epistola 44. PL. 80:693.

[86] Cantera Montenegro, S., Rodríguez de la Peña, A. Conciencia hispana y tradición monástica en la Vita Fructuosi. En: Cuadernos de Estudios Gallegos. 2007, Vol. LIV, № 120. P. 97.

[87] Santi, F. Fructuoso de Braga. En: Diccionario de los Santos… Vol. I. P. 891.

[88] LOE.

[89] LOE, Com, Etym, Frg1.

[90] Rivera Recio, J.F. Eugenia di Cordova. En: Bibliotheca Sanctorum. Rome, 1967. Vol. V. P. 179.

[91] LOE, FRXI.

[92] Peristephanon 4.

[93] España Sagrada. Risco, M. Vol. XXX. Madrid,  1775. Pp. 295-300.

[94] Peristephanon 4.

[95]  Martínez Ángel, L. Santo Toribio de Astorga en el declive del Imperio Romano. En: Historia, Nº. 8, 2009. P. 22.

[96] García Rodríguez, С. El culto de los santos en la España romana y visigoda. Madrid, 1966. P. 21.

[97] Memoriale sanctorum III.15.

[98] Palestra sagrada o Memorial de santos de Cordoba: con notas y reflexiones criticas, sobre los principales sucesos de sus Historias:  Tomo I que comprehende los cinco primeros meses del año. Sánchez de Feria y Morales, B. Córdoba, 1772. pp. 249-250. Estudio detallado de la reliquias: Las reliquias de los Santos Mártires de Córdoba: revisión y comentario. Fernández Dueñas, A. En: Boletín de la Real Academia de Córdoba de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes. 2004, Nº146. pp. 215-230.

[99] Memoriale sanctorum. II.2.

[100] García Rodríguez. El Culto … P. 219.

[101] Tavares, Pedro Vilas Boas. Senhorinha de Basto: memórias literárias da vida e milagres de uma santa medieval. En: Via Spiritus, 10. 2003. P. 8.

[102] De Viris Illustribus 106.

[103] De Viris Illustribus 1.

[104] Castillo, C. Prudencio. En: Diccionario de historia… Vol. III. P. 2030.

[105] García Turza, J. Espacio, tiempo y forma. En: Historia medieval, NºII, 1989. P. 140.

[106] Memoriale sanctorum III.13.

[107] Vives, J. Tradición y Leyenda en la Hagiografía Hispánica. En: Hispania Sacra, Vol. XVIII, 1964. Pp. 505-506.

[108] Rincón García, W. Los varones apostólicos, evangelizadores de España: tradición, culto e iconografía en su dispersión geográfica hispana. En: Memoria Ecclesiae. № 28, 2006. Pp. 755, 779.

[109] Corpus Scriptorum Eccl. Latinorum XVI. Vienna, 1888. Poetæ Christiani minores, I, Pp. 191-261.

[110] Durán Gudiol. А. San Orencio, obispo de Auch. En: Argensola: revista de ciencias sociales del Instituto de Estudios Altoaragoneses. Nº 21, 1955. Pp. 1-14.

[111] Arraiza Frauca, J. Gregorio de la Berrueza. En: Diccionario de los Santos… Vol. I. P. 984.

[112] Houssain, J. Eudaldo. En: Bibliotheca Sanctorum. Roma, 1967. Vol. V. p. 142.

[113] Fabregas Grau. Pasionario. P. 239.

[114] Dozy R. Histoire des Musulmans d’Espagne, jusqu’à la conquête de l’Andalousie par les Almoravides, 711–1110. Leyde, 1861. Vol. II. P. 326. Sobre Ibn Hafsún: Acién Almansa, M. Entre el Feudalismo y el Islam. Umar Ibn Hafsún en los historiadores, en las fuentes y en la historia. Universidad de Jaén, 1997; Fierro M. Cuatro preguntas en torno a Ibn Hafsun. En: Revista de estudios árabes. 1995. Vol. XVI. Fasc. 2. P. 221–258.

[115] Carm, AL, Coed, LOE.

[116] Memoriale sanctorum. III.14.

[117] Toso d’Arenzano, R. Prospero. Bibliotheca Sanctorum. Vol. 10. P. 1212, también. Vives, J. Prospero. Diccionario… Vol. 3. P. 2030.  Estudio más detallado, aunque con las conclusiones no universalmente aceptados. Serra Vilaró, J. San Próspero de Tarragona y sus discípulos refugiados en Italia en el año 711. Barcelona, Balmesana, 1943.

[118] Ibid. P. 1213.

[119] España Sagrada. Florez, E. Vol. XIV. Madrid, 1796. P. 126.

[120] García Rodríguez. El Culto … P. 281.

[121] Fernández Catón, J. M. San Mancio: Culto, leyenda y reliquias. León, 1983. P. 168–169, 173.

[122] Сord, LOS, LOE, Com, Etym.

[123] González García, M.A. Genadio de Astorga. En: Diccionario de los Santos… Vol. I. P. 925.

[124] Martínez Tejera, A.M. San Genadio: cenobita, obispo de Astorga y anacoreta (¿865-936?). En: Argutorio: revista de la Asociación Cultural "Monte Irago", Nº. 11, 2003. Pp. 20-22

[125] De Viris Illustribus 21.

[126] Codoñer Merino, C. Andrés Sanz, M.A. (coord.). La Hispania visigótica y mozárabe: dos épocas en su literatura. Salamanca, 2010. Pp. 60-61.

[127] Simonet, F.J. Historia de los Mozárabes de España deducida de los mejores y más auténticos testimonios de los escritores cristianos y árabes. Madrid, 1897. Pp. 489-490.

[128] Memoriale sanctorum. II.2.

[129] Memoriale sanctorum. II.3.

[130] Memoriale sanctorum. II.2.

[131] Memoriale sanctorum. II.4.

[132] Historia Lausaica 46.

[133] Domenico Gordini, G. Melania. En: Bibliotheca Sanctorum. Vol. IX. P. 282. V. The Prosopography of the Later Roman Empire: Volume I, AD 260-395. Ed. Jones, A.H.M. Cambridge, 1971. P. 592. Melania the Elder: a biographical note. Murphy, F.X. Traditio, Vol. V. 1947. Pp. 59-77.

[134] Sobre el monasterio: Los mozárabes en la Sierra de Córdoba. Jornada en Defensa de los Caminos. X Aniversario de la Plataforma A Desalambrar. Sala Victoria. Córdoba. 6 noviembre 2011. Gómez Muñoz, G. p. 9. http://www.adesalambrar.com/documentos/Los_mozarabes_en_la_Sierra_de_Cordoba.pdf

[135] Memoriale sanctorum III.7.

[136] Memoriale sanctorum III.8.

[137] Memoriale sanctorum III.9.

[138] Colbert, EP. Fulgentius of Écija. En: St. New Catholic Encyclopedia. Washington, DC. Vol.VI. P. 23.

[139] Villapadierna, I. Fiorentina. En: Bibliotheca Sanctorum. Roma, 1964. Vol.V. P. 849.

[140] Vitas Sanctorum Patrum Emeretensium V.XIV.

[141] Concilios visigóticos e hispano-romanos. Ed. Marín Martínez, T., Vives J., Martínez Díez, G. Barcelona, 1963. P. 406.

[142] Hagiografia peninsular en els segles medievals. Universidad de Lleida. 2008. P. 96.

[143] Mur Saura, R. Viaje a la cuna de Santa Orosia. En: Revista Serrablo. Vol. XXXII. No. 125. 2002. Pp. 15-18.

[144] Svoboda, J. Přes propasti věků. Vyšehrad, 2004.

[145] Tamayo y Salazar, J. Advertencias al memorial de la ciudad de Jaca, sobre la verdadera patria, sitio del martirio y lugar del sepulcro de Sta. Eurosia, virgen y mártir. 1651. P. 25.

[146] Ibid. P. 9.

[147] Edición critica y traducción: La pasión de S. Pelayo: edición crítica con traducćion y comentarios. Tr. y ed. Rodríguez Fernández, C. Santiago de Compostela, 1991.

[148]Iglesias Almeida, E. Pelayo. En: Diccionario de los Santos. Vol.II. P. 1907.

[149] Peristephanon. IV. 19.

[150] Fábrega Grau. Pasionario. Vol. I. Р. 238.

[151] Santos Urbaneja, F. San Zoilo, un mártir cordobés en el Camino de Santiago. Santiago de Compostela, 2003. Pp. 22–23.

[152] Fernández Dueñas, А. Las reliquias de los Santos Mártires de Córdoba: revisión y comentario. En: Boletín de la Real Academia de Córdoba de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes. 2004. № 146. P. 224.

[153] Memoriale sanctorum. III.16.

[154] Orive, A. Fermin. En: Diccionario de historia… Vol. II. P. 914.

[155] Memoriale Sanctorum III.12.

[156] Concilios visigóticos e hispano-romanos. Ed. Marín Martínez, T., Vives J., Martínez Díez, G. Barcelona, 1963. P. 28.

[157] Quintana, A. Dictino. En: Diccionario de historia eclesiástica… Vol. II. P. 756.

[158] González García, M.A. Dictino de Astorga. En: Diccionario de los Santos. Vol. I. P. 618.

[159] Memorial Sanctorum. II.5

[160] López López, T.A. Sisenando. En: Diccionario de los Santos. Vol. II. P. 2077.

[161] Sobre la etimología de Calambona  v.: Hvidberg-Hansen F. O. Uni-ashtarte and Tanit-iuno Caelestis. Two Phoenician Goddesses of Fertility Reconsidered From Recent Archaeological Discoveries. En: Archaeology and Fertility Cult in the Ancient Mediterranean: Papers Presented at the First International Conference on Archaeology of the Ancient Mediterranean, University of Malta, 2–5 Sept. 1985. Ed. A. Bonanno. Malta, 1986. P. 183–184. Sobre las danzas de la procesión el pozo donde metieron el cuerpo del mártir v.: Cumont F. Les Syriens en Espagne et les Adonies à Séville. Syria. 1927. Vol. VIII. Iss. 4. Pp. 330–341. V. también: García-Bellido А. Dioses syrios en el pantheon hispano-romano. En: Zephyrus. 1962. № 13. Pp. 67–74.

[162] García Rodríguez. El Culto …  Pp. 231–232.

[163] Le martyrologe… P. 269

[164] Memoriale sanctorum III.17.

[165] Memoriale sanctorum II.6.

[166] Quintana Prieto, A. El Obispado de Astorga en los siglos IX-X. Astorga, 1968. Pp. 219-271. 

[167] Memoriale sanctorum II.6.

[168] Pertistefanon. 4.33.

[169] Fábrega Grau. Pasionario. Vol. I. P. 139.

[170] García Rodríguez. El Culto… Pp. 312–113.

[171] Bofill R. M. Monestir de Sant Cugat del Vallès: Guia històrica i arquitectònica. Barcelona, 1994. P. 21–28.

[172] Passio sanctorum martyrum Georgii monachi, Aurelii atque Natalia 4.

[173] Memoriale sanctorum. II.10, también Passio.

[174] España sagrada. Flórez, E. Vol. XXIX. Madrid, 1775. Pp. 351-355.

[175] Peristephanon. 4. 29–30.

[176] García Rodríguez. El Culto… Pp. 305-310.

[177] Rodríhuez Velasco, J.J. Centola. En: López López, T.A. Sisenando. En: Diccionario de los Santos. Vol. I. Pp. 493-494.

[178] Liber mozarabicus sacramentorum et les manuscrits mozarabes. Férotin, Paris, 1912. P. L.

[179] Rodríguez Velasco, J.J. Сentola. En: Diccionario de los Santos. Vol. I. Р. 494.

[180] Paulinus. Carmina. 31. 601–610.

[181] Peristephanon. 4. 41–44.

[182] Fábrega Grau. Pasionario. Vol. I. P.155.

[183] Flórez Manjarín, F. Compludo: Primer monasterio de San Fructuoso. En: Tierras de León: Revista de la Diputación Provincial. 1967. Vol. VII. № 8. P. 53–61; López Quiroga, J., Martínez Tejera, A. M. Un «monasterium» fructosiano por descubrir: el de Compludo, en El Bierzo (prov. de León). En: Argutorio: Revista de la Asociación Cultural «Monte Irago». 2007. № 18. Pp. 43–47.

[184] Regula Monachorum XVII En: Santos Padres españoles. Т. 2: San Leandro, san Isidoro, san Fructuoso. Reglas monásticas de la España visigoda. Los tres libros de las «Sentencias». Introd., versiones y notas de J. Campos Ruiz, I. Roca Melia. Madrid, 1971. P. 157.

[185] De viris illustribus 1.

[186] González L. Los santos mártires Justo y Pastor. Transmisión y praxis cultural en España en la segunda mitad del siglo XVI. En: Criticón. 2008. № 102. Pp. 55–67.

[187] Marchamalo Maín, M. La Iglesia Magistral... P. 526.

[188] García Rámila, I. Los mártires de San Pedro de Cardeña: crítica cronológica. En: Boletín de la Comisión Provincial de Monumentos Históricos y Artísticos de Burgos. 3er trim. 1934, Año 13, n. 48, Pp. 97-106.

[189] Vitas Sanctorum Patrum Emeretensium. IV.I-IV.

[190] Memoriale sanctorum II.11.

[191] La fecha de su conmemoración litúrgica según por Salvá, M. y Sainz de Baranda, P. Colección de documentos inéditos para la Historia de España.  Vol. XXII. Madrid, 1855. p. 390.

[192] Memoriale sanctorum I.9.

[193] Biografía eclesiástica completa. Vida de los personajes del Antiguo y Nuevo Testamento, de todos los santos que venera la Iglesia, papas y eclesiásticos célebres por su virtudes y talentos en órden alfabético. Madrid, 1853. Vol VI. P. 68, тж. de Quintanaduen̂as, A. Santos de la imperial ciudad de Toledo y su arçobispado, excelencias que goça su santa iglesia, fiestas que celebra su ilustre clero. Madrid,  1651. P. 226.

[194] Liber mozarabicus … P. L.

[195] Fernández-Golfin, F.J. Geroncio. En: Diccionario de historia…Vol. II. P.1020. García Rodríguez. El Culto …  Pp. 235-236.

[196] Le martyrologe…P. 290.

[197] Vita Fructuosi 13.

[198] Repetto Betes, J.L. Geroncio. En: Diccionario de los Santos. Vol.I. P. 947.

[199] España Sagrada. Canal, J. de la. Vol. XLVI. Madrid, 1836. Pp. 85-92.

[200] García Moreno, L.A. Prosopografía … Р. 97.

[201] Concilios visigóticos… P. 390.

[202] San Cristóbal Sebastián, S. El Conde Santo. En:  Diccionario de los Santos. Vol. I. Pp. 563-564.

[203] García Álvarez, R. San Pedro de Mezonzo: El origen y el autor de la "Salve Regina”. Madrid, 1965.

[204] Memoriale sanctorum. II.12.

[205] Memoriale sanctorum. II.13.

[206] Memoriale sanctorum. III.10.

[207] Memoriale sanctorum. III.11.

[208] Memoriale sanctorum. II.8,9.

[209] Ruiz de Oyaga, J. San Virila Abad de Leyre. En: Príncipe de Viana, 1955, Nº 60. Pp. 307-319.

[210] Arraiza Frauca, J. Virila de Leyre. En: Diccionario de los Santos. Vol. II. P. 2212.

[211] Fabregas Grau. Pasionario. Vol. I. P. 217.

[212] Aldea Chacobo, F. Saturio. En: Diccionario de los Santos. Vol. II. Pp. 2029-2030.

[213] Texto original: López Peláez, A. San Froilán de Lugo (siglo IX). Madrid, 1910. Pp. 217-224.

[214] Prado Reyero, J. Siguiendo las huellas de San Froilán. León, 1994. P. 109.

[215] González, J. San Froilan de León. Estudio critico-biografico. León, 1946. P. 83.

[216] López Peláez, A. Vida póstuma de un santo (el culto de San Froilán). Madrid, 1911. P. 155.      

[217] Biografía eclesiástica completa: vida de los personajes del Antiguo y Nuevo Testamento, de todos los santos que venera la Iglesia, papas y eclesiásticos célebres por su virtudes y talentos en órden alfabético. Dir. Castellanos de Losada, B.S. Madrid, 1848-1868. Tomo XVII. P. 110.

[218]Peristephanon. IV, 19-20.

[219] García Rodríguez. El Culto … P. 225.

[220] IV.7.

[221] Memoriale sanctorum. II. 9.

[222] Simonet F. J. Histora de los mozárabes en España. Madrid, 1897–1903. P. 327.

[223] Fábrega Grau. Pasionario. Vol. I. P. 159.

[224] Castillo Maldonado. Los mártires... P. 62.

[225] Cortade, E. Galderic. В: Diccionari d'història eclesiàstica de Catalunya. Barcelona, 1998. Vol. II. P. 236.

[226] Vitas Sanctorum Patrum Emeretensium I. III.

[227] Memoriale sanctorum. II. 7. Sobre la bibliografía v.: López Domech R. Las santas Nunilo y Alodia de Huesca, Huéscar (Granada) y Bezares (La Rioja). Ensayo bibliográfico. En: Antigüedad y Cristianismo. 1999. № 16. Pp. 379–396.

[228] Lopez, C. M. En torno a la patria de las Santas Nunila y Alodia. En: Príncipe de Viana. 1965. № 100–101. P. 395; Gil J. En torno a las santas Nunilón y Alodia. En: Revista de la Universidad de Madrid. 1970. № 19. Pp. 103–124; López Domech, R. De nuevo sobre las dos mártires mozárabes Nunilo y Alodia. En: Estudios andalusíes. 2001. № 5. Pp. 121–145.

[229] Lopez, C. M. En torno a la patria... P. 399.

[230] Moral, T. El monasterio riojano de las santas mártires Nunilo y Alodia. En: Príncipe de Viana. 1975. № 140. Pр. 435–445.

[231] Moral, T. Una bula de Clemente X al monasterio de Leyre. En: Príncipe de Viana. 1979. № 156–157. Рр. 497–506.

[232] Moral, T. Santas Nunilo y Alodia: historia, culto, arte. Monasterio de Leyre, 1999. Pp. 59–61.

[233] Fábrega Grau. Pasionario. Vol. I. P. 163–164.

[234] Vives, J. Inscripciones. 309.

[235] Corzo Sánchez, J. R. La Basílica Visigoda de Alcalá de los Gazules. En: Estudios de historia y de arqueología medievales. 1981. № 1. P. 77–90.

[236] Moñino, J.L. Frutos. En: Diccionario de historia…Vol. II. P. 964.

[237] García Rodríguez. El Culto … P. 283.

[238] Fábrega Grau. Pasionario. Vol. I. P. 165.

[239] Moreno Nieto, L. Santos y beatos de Toledo. Toledo, 2003. Pр. 118–122.

[240] AL, LOE.       

[241] Mejor estudio sobre el: de Abadal y Vinyals, R. L'Abat Oliba, bisbe de Vic, i la seva epoca. Barcelona, 1962. Sus escritos: Diplomatari i escrits literaris de l'abat i bisbe Oliba. Barcelona, 1992.

[242] García Rodríguez. El culto …  Pp. 242–245.

[243] LOE, COM, Etym.

[244] AL, LOS.

[245] AL, Hor, FRXI.

[246] Anguita Jaén, J.M. El acróstico de Odoario de Lugo. В:Estudios de filología e historia en honor del profesor Vitalino Valcárcel. Vitoria, 2014.Volumen I. Pp. 65-90. Sobre el: Onega López, J.R. Odoario el africano: la colonización de Galicia en el siglo VIII. A Coruña, 1986.

[247] Diálogos III 31.

[248] España Sagrada. Fuente, V. de la. Vol.  L. Madrid, 1866. Pp. 83-85.

[249] Probablemente Melsbroek en Bélgica. Morin, G. Le Meltis Castellum des chorévêques Pirmin et Landri, Meltburch en Brabant? в: Revue Bénédictine. Volume 29, 1912. Pp. 262-273.

[250] Gugumus. J.E. Pirminio. En: Bibliotheca Santorum. Vol. X. P. 928.

[251] Fernández Alonso, J. Ermengol. En: Bibliotheca Sanctorum. Vol. 5. P. 50.

[252] Gil Fernández, J., Corpus Scriptorum Muzarabicorum, Madrid, 1973. I, Pp. 143-361.

[253] García Rodríguez. El Culto …  Pp. 260-271.

[254] De estos acontecimientos sabemos de la “Historia Francorum” de Gregorio de Tours (3. 29) y ”Vita Droctovei” (14–17) Publicado en: Passiones vitaeque sanctorum aevi Merovingici. Ed. B. Krusch. Hannover, 1896.

[255] Hourlier, J. La vie monastique à Saint-Germain-des-Prés. P., 1959. Р. 84.

[256] Quintana Prieto, A. El Obispado de Astorga.… P. 89.

[257] Sobre el v.: Lynch, Charles Henry. Saint Braulio, bishop of Saragossa (631-651) his life and writings. Washington, D.C., 1938. Traducción española : Lynch, Charles Henry. San Braulio, Obispo de Zaragoza (631-651): su vida y sus obras. Madrid, 1950.

[258] Sobra la datación v.: Valcárcel, V. La Vita Emiliani de Braulio de Zaragoza: el autor, la cronología y los motivos para su redacción. En: Helmántica. 1997, vol. XLVIII,  n.º147. Pp. 377-380.

[259] Ubieto, А. Los primeros años del Monasterio de San Millán. En: Príncipe de Viana, 1973. Año nº 34, Nº 132-133, P. 199.

[260] Castellanos García, S. Poder social, aristocracias y hombre santo en la Hispania Visigoda: La Vita Aemiliani de Braulio de Zaragoza. Logroño, 1998. Pp. 164-165.

[261] Crónica, 1329.

[262] Casa, Carlos de la. Los Cuerpos Santos de Medinaceli: sumaria relación de noticias y cosas de los santos mártires: San Arcadio, Probo, Pascasio, Eutiquiano y Pablo Niño. Medinaceli, 2012.

[263] Quintanadueñas, A. Santos de la imperial ciudad de Toledo y su arçobispado, excelencias que goça su santa iglesia, fiestas que celebra su ilustre clero. Madrid, 1651. P. 291.

[264] Domínguez del val, U. Historia de la antigua literatura latina hispano-cristiana. Madrid, 1998–2004. Vol. IV. Pp. 146-149. См. тж: Rivera Recio, J. F. San Eugenio de Toledo y su culto. Toledo, 1963.

[265] Trahamunda: A santa de Poio. Monasterio de San Juan de Poio, 1990. P. 18.

[266] Peristephanon 4. 19–20.

[267] Memoriale sanctorum. II. 1.1; II. 1. 5 etc.

[268] Simonet, F. J. Historia… Рp. 328–329.

[269] Vives, J. Inscripciones … 304, 316, 330, 331.

[270] Oracional visigótico. Ed. critica por el Dr. D. José Vives; estudio paleográfico de los códices por el Dr. D. Jerónimo Claveras. Barcelona, 1946. Pp. 14–15.

[271] Liber ordinum en usage dans l’Église wisigothique et mozarabe d’Espagne du cinquième au onzième siècle. P., 1904. T. 5: Monumenta Ecclesiae liturgica. Ed. F. Cabrol et H. Leclerq. P. 487.

[272] Quentin H. Les martyrologes historiques du moyen age. Étude sur la formation du martyrologe romain. P., 1908. P. 215.

[273] Fábrega Grau. Pasionario… p. 63.

[274] Gaiffier B. La source littéraire de la passion des SS. Aciscle et Victoria. En: Analecta Sacra Tarraconensia. 1966. 38. Pp. 205–209.

[275] García Rodríguez. El Culto … Р. 224.

[276] Fábrega Grau. Pasionario. Vol. I. Р. 61.

[277] Vives, J. Santos Acisclo y Victoria de Córdoba.En: Revista Portuguesa de Historia. 1964. № 6. Р. 263; Ferrer Grenesche J.-M. Los santos del nuevo Misal hispano-mozárabe. Toledo, 1995. Р. 121.

[278] García Rodríguez. El Culto… Р. 221.

[279]  De Viris Illustribus 6.

[280] Sáenz, J.A. Ildefonso. En: Diccionario de historia… Vol. II. P. 781.

[281] Concilios visigóticos… Pp. 308-310.

[282] Vives, J. Crispin. En: Diccionario de historia…Vol. I. P. 639.

[283] de Argaiz. Fray G. La soledad laureada por San Benito y sus hijos en las Iglesias de España y teatro monástico de la provincia de Asturias y Cantabria. Madrid, 1675. Pp. 441-442.

[284] Memoriale sanctorum. II, 8.

[285] Díaz y Díaz, C.M. Beato de Liebana. En: Diccionario de historia… Vol. I. P. 201.

[286] Vives, J. Inscripciones... 307.

[287] Celdrán, P. Diccionario de topónimos españoles y sus gentilicios. Madrid, 2002. Р. 686.

[288] Fradejas Lebrero, J. Domingo Sarracino, mártir zamorano del siglo IX. En: Homenaje a Antonio Matilla Tascón. Сoord. por José Andrés Casquero Fernández. Zamora,  2002. Pp. 205-220.

[289] Azioni del B. Giovanni Gradenigo discepolo di S. Romoaldo. Venezia, 1731.

[290] Fábrega Grau. Pasionario. Vol. I. Рp. 68-73.

[291] Las pasiones de Santa Eulalia de Mérida o África e Hispania. Martín de Rodrigo, A.M. Cuadernos emeritenses, Nº33, 2009. P. 91.

[292] Según la opinión de los arqueólogos, el fragmento encontrado en las de los 1970 pertenece al edificio anterior, probablemente al martyrium de la santa. V.: Gurt Esparraguera J. M., Diarte Blasco P. La basílica de Santa Leocadia y el final de uso del Circo Romano de Toledo: una nueva interpretación. En: Zephyrus: Revista de prehistoria y arqueología. 2012. № 69. Рp. 149–163.

[293] Vita lldephonsi, 3.

[294] Fábrega Grau. Pasionario. P. 82.

[295] Eulalia de Mérida y su proyección en la  historia. Ed. Alvarez Martínez, J.M. Mérida, 2004. Martín de Rodrigo, A.M. Las pasiones de Santa Eulalia de Mérida o África e Hispania. Cuadernos emeritenses, Nº33. Mérida, 2009. Santa Eulalia, mito y realidad: figuración y hermenéutica del texto. Lamalfa Díaz, J.M. (coord.) Oviedo, 2010.

[296] Eulalia. 2013, Nº33.

[297] Crónica 90.

[298] Historia de regibus Gothorum, Vandalorum et Suevorum 32.

[299] Fábrega Grau. Pasionario. Vol. I. Р. 79.

[300] Liber in gloria martyrum 90. Georgii Florentii Gregorii episcopi Turonensis Libri octo miraculorum. Ed. B. Krusch. Hannover, 1885.

[301] Sancti Augustini Sermones post Maurinos reperti. Roma, 1930. Рз. 593–595.

[302] Historia ecclesiastica IV, 20.

[303] Mateos Cruz, P. La Basílica de Santa Eulalia de Mérida: arqueología y urbanismo. Madrid, 1999. Рp. 114, 198.

[304] Ibid. Р. 200.

[305] Historia Eclesiastica 2.22.

[306] Negri Arnoldi, F. Damaso. En: Bibliotheca Sanctorum  Vol. IV. P. 433.  

[307] Navarro del Castillo, V. Historia de Mérida y pueblos de su comarca. Cáceres, 1972. Vol. I. P. 309.

[308] Sobre el santo v.: Marchamalo Maín M. La Iglesia Magistral de Alcalá de Henares. Alcalá de Henares, 1990. Pp. 73–77. V. también: Saroïhandy J. J. Un Santo Bordelés en Aragón. En: Serrablo. 2008. № 147. P. 9–12; Durán Guidol А. El eremita San Urbez: ¿Mozárabe de Huesca? En: Aragón en la Edad Media. 1989. № 8. Pp. 199–208.

[309] Vives, J. Ilduara. En: Diccionario de historia… Vol. II. P. 1189.

[310] Castillo López, A. La iglesia de Pungín y el sepulcro de San Vintila. En: Boletín da Real Academia Galega, Nº. 230, 1931. Pp. 34-39

[311] Fernández de Viana y Vieites, J. I. Franquila. En: Gran Enciclopedia Gallega. Santiago de Compostela, 1974. Vol. XIV. Pp. 96-97.

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